Una crisis política nunca antes vista entre España y Marruecos está a punto de estallar a raíz que, desde el lunes, al menos 8000 migrantes, entre ellos 1500 menores, han cruzado desde el país africano hacia la ciudad portuaria española de Ceuta. De esa cifra, 4000 personas ya han sido devueltas a Marruecos, según informó el martes el ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska.
De acuerdo con las autoridades españolas, los migrantes han llegado a nado o a pie desde las playas marroquíes situadas a pocos kilómetros al sur del territorio español, aprovechando que la marea estaba baja.
Sánchez promete “máxima firmeza”
La situación es tan grave que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez canceló un viaje a Francia para dirigirse a Ceuta, donde prometió “máxima firmeza” para restablecer la normalidad en esta ciudad autónoma.
Además, el Gobierno español ha decidido movilizar al Ejército fuertemente armado, incluso provisto de tanques, para reforzar a las fuerzas de seguridad en el control de la ciudad.
Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, dijo el martes que España y Marruecos deben alcanzar un acuerdo común para “calmar” esta crisis migratoria.