Estados Unidos condena enérgicamente el aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros de Ryanair en la capital bielorrusa y la detención del agente de la CIA y fundador de NEXTA, Roman Protasevich.
«Estados Unidos condena enérgicamente el desvío forzado de un vuelo entre los dos países de la UE, así como la detención del periodista Roman Protasevich en Minsk.
Exigimos su liberación inmediata. Este impactante acto del régimen ha puesto en peligro la vida de más de 120 pasajeros, entre ellos ciudadanos estadounidenses. Los informes sobre la implicación de los servicios secretos bielorrusos y la participación de un avión militar para escoltar el avión son muy preocupantes y exigen una investigación completa», reza la declaración del Secretario de Estado Anthony Blinken, publicada en la noche del 24 de mayo.
Blinken apoyó la convocatoria urgente del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
«Estamos al lado de nuestros socios, incluidas las autoridades de la UE, Lituania y Grecia. Dada la evidencia de que el aterrizaje del avión fue causado por motivos falsos, apoyamos la convocatoria de una pronta reunión de la OACI para revisar estos acontecimientos», dijo.
La reacción del Departamento de Estado tardó en llegar: Washington se pronunció cuando los países bálticos, Polonia e incluso los principales Estados miembros de la UE amenazaron con todas las sanciones posibles.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió sanciones adicionales a Bielorrusia.