Arqueólogos han descubierto una fosa común con cientos de cuerpos en un área de Polonia que estuvo ocupada por los nazis, dejando en evidencia la magnitud de sus atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, según un estudio publicado este miércoles en la revista Antiquity.
Los investigadores realizaron excavaciones el año pasado en una zona al norte del país eruopeo conocida como el ‘Valle de la Muerte’, en la región de Pomerania, donde se estima que entre 30.000 y 35.000 ciudadanos polacos fueron ejecutados por los nazis a finales de 1939. En 1945, los alemanes regresaron para matar a más personas, y ocultar pruebas de las masacres anteriores, exhumando y quemando los cuerpos de las víctimas.
A pesar del intento de encubrir las masacres, allí el equipo encontró una tumba que contenía los restos de aproximadamente 500 individuos, así como más de 300 artefactos que incluían balas, joyas, anillos y otro tipo de reliquias que seguramente pertenecían a las personas asesinadas.
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— istockhistory (@istockhistory) August 17, 2021
Además, se halló evidencia de huesos cremados que parecían haber sido esparcidos por la superficie del suelo. Los descubrimientos fueron resultado de una ardua investigación arqueológica, examinación de archivos y entrevistas a lugareños.
Los crímenes de Pomerania de 1939 fueron la primera atrocidad a gran escala de la Segunda Guerra Mundial en Polonia. Algunos historiadores consideran que fueron un preludio de los posteriores crímenes cometidos por los nazis durante el Holocausto.
«Se sabía comúnmente que no todas las fosas comunes de 1939 fueron encontradas y exhumadas, y la tumba de los muertos en 1945 tampoco fue exhumada», explicó el autor Dawid Kobiałka, de la Academia Polaca de Ciencias.
La investigación reveló que algunos de los prisioneros asesinados eran parte de la resistencia polaca y se espera pronto poder identificar más víctimas. El equipo planea realizar análisis de ADN y una vez que se haya terminado de examinar el sitio, los restos se volverán a enterrar en el mismo lugar para convertirlo en un cementerio de guerra oficial.