En la capital brasileña miles de indígenas realizan una semana de movilizaciones denominadas ‘Lucha por la vida’. Protestan contra lo que llaman la agenda antiindígena que se tramita en el Congreso Nacional con el respaldo del Gobierno Federal y del presidente Jair Bolsonaro. Los manifestantes aseguran que varios proyectos legislativos amenazan su supervivencia y la protección del medioambiente.