Ha salido a luz un vídeo en el cual Fernando Camacho, el gobernador del Departamento de Santa Cruz, bastión de la oposición, confiesa que su padre José Luis Camacho “cerró un acuerdo con militares y policías” para tumbar a Evo Morales en medio del golpe de 2019, informan los medios.
Según la grabación, su padre pactó con las Fuerzas Armadas y la Policía, así como un dirigente minero, quien le ofreció 6000 mineros llenos de dinamita, con el fin de derrotar al entonces mandatario boliviano tras su reelección.
“Cuando cerramos con todo y el día sábado, antes de que renuncie Evo Morales, dice el tipo júntame a toda la gente, a todos los cívicos en la puerta del hotel, voy a dar la cara. Hasta ese momento solo había hablado conmigo. Ya tenía 6000 mineros llenos de dinamita para entrar y sacar a Evo Morales”, dice Fernando Camacho.
Sin embargo, cuando narra el recuerdo pone de relieve que ese minero jugaba a dos bandos, al puntualizar que la mañana de esa jornada Morales le llamó para pedirle que resguarde la plaza Murillo porque los militares le habían dado la espalda y los policías igual.
No obstante, Camacho asevera que no permitió al minero que apoyara al expresidente. Asimismo, recalca que en una charla, su padre le dijo que tenía la intención de tumbar a Morales y le prometió que se convertiría en presidente después de Morales.
¿Qué ocurrió en 2019 en Bolivia?
Tras la reelección de Evo Morales en las elecciones de 2019, todo el territorio boliviano se convirtió en el escenario de incertidumbres, protestas y violencia, ya que la oposición no reconoció el resultado de comicios so pretexto de denuncias de fraude electoral.
Ante ello, la oposición inició una serie de protestas, con el apoyo de los altos mandos policiales y militares, por lo que el mandatario tuvo que renunciar y salir del país para evitar el derramamiento de sangre en las calles.
Por lo tanto, la senadora opositora Jeanine Áñez aprovechó esta agitación y se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, pese a no cumplir con los requisitos constitucionales para ello, lo que enfureció a los partidarios de Morales, quienes salieron a las calles y enfrentaron con una brutal represión policial.