Juan Carlos I, rey emérito de España, ocultó más de 77 millones de euros a las autoridades fiscales de su país. Y pese a ello, el que fuera jefe de Estado entre 1975 y 2014 —actualmente residente en Abu Dabi— no será juzgado por ello.
La Fiscalía del Tribunal Supremo anunció este 2 de marzo el cierre de las tres investigaciones que mantenía abiertas contra el emérito. Estas pesquisas permitieron a los Fiscales constatar actuaciones suficientes para dar pie a acusaciones por delitos fiscales, blanqueo de capitales o cohecho, pero en un contexto que impide al Ministerio Público actuar en esa dirección