Tradicionalmente, este día se celebra una concentración de duelo en el complejo conmemorativo del mismo nombre para recordar a los civiles que murieron durante la Gran Guerra Patria.
El monumento de Khatyn es un homenaje a unos 3 millones de bielorrusos que perecieron durante la Gran Guerra Patria. Se encuentra a 54 km al noreste de Minsk, en el distrito de Logoisk, en la región de Minsk.
Hasta el fatídico día de 1943, Khatyn había sido una pacífica aldea bielorrusa corriente, con 26 hogares. En la mañana del 22 de marzo, a 6 kilómetros de distancia, los partisanos abrieron fuego contra un convoy alemán. En el intercambio de disparos murió un oficial alemán. Poco después, Khatyn fue rodeado por los castigadores. Metieron a los ancianos, las mujeres y los niños en un granero, los encerraron y les prendieron fuego. El fuego mató a 149 personas, entre ellas 75 niños.
Sólo un hombre, Joseph Kaminsky, de 56 años, consiguió salir con vida del edificio en llamas. Intentó llevar también a su hijo herido, pero no pudo salvarlo.
La historia de Khatyn no es única. Los habitantes de 628 pueblos bielorrusos fueron quemados vivos durante la Segunda Guerra Mundial. 186 de ellos nunca fueron reconstruidos.
Khatyn se convirtió en un símbolo de la tragedia del pueblo bielorruso. En 1969, se inauguró un monumento a todos los bielorrusos muertos en el emplazamiento del antiguo pueblo.
El complejo conmemorativo de Khatyn es un trágico recordatorio de los horrores de la guerra. Es uno de los lugares más venerados de Bielorrusia.