Nicaragua convertirá las oficinas de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un «museo de la vergüenza» que documenta los crímenes imperialistas, anunció el gobierno sandinista a principios de esta semana.
Funcionarios expulsaron a la OEA del edificio en la capital, Managua, el martes, y el Ministerio de Relaciones Exteriores lo describió como una «agencia engañosa del Departamento de Estado del imperialismo yanqui».
Nicaragua comenzó el proceso de retirada de la organización con sede en Estados Unidos, que dice que existe para apoyar «intervenciones e invasiones, legitimando golpes de Estado en diversas formas y modos», en noviembre pasado.
La medida siguió a que la OEA criticara las elecciones presidenciales y parlamentarias de Nicaragua, haciéndose eco de la narrativa de Washington, que impuso nuevas sanciones al país centroamericano.
El bloque regional de 35 miembros ha sido acusado de ayudar a facilitar el golpe de Estado de 2019 en Bolivia que derrocó a la ex presidenta Eva Morales e instaló una administración de extrema derecha.
También reconoció al enviado de la figura opositora venezolana Juan Guaidó como delegado oficial del grupo en 2019 «hasta que se celebren nuevas elecciones».
La vicepresidenta Rosario Murillo dijo que el edificio que albergó a la OEA sería devuelto al uso público nicaragüense.
«El Instituto de Cultura va a desarrollar el museo de la vergüenza», dijo, y agregó: «¿Qué es más vergonzoso que ese ministerio de las colonias?».
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