Mohamad Reza Sahrai, asesor de la misión iraní ante las Naciones Unidas, ha condenado este viernes el “brutal” asesinato a tiros de la periodista palestina-estadounidense Shireen Abu Akleh por parte del régimen sionista en la ocupada Cisjordania, afirmando que la reportera fue la voz del coraje del pueblo palestino y el símbolo nacional de la resistencia y estabilidad contra la agresión y la ocupación opresiva que el pueblo palestino ha soportado durante mucho tiempo.
En declaraciones ante el Comité de Información de Naciones Unidas, Sahrai ha denunciado que el asesinato de Abu Akleh es parte de una guerra de larga duración y violencia contra los periodistas, cuyo objetivo es encubrir los crímenes del régimen de Israel contra los palestinos.
Tras calificar el crimen como una de las graves violaciones del derecho y las normas internacionales, el diplomático iraní ha dicho que la periodista palestina es otra víctima de la inacción de la comunidad internacional contra los continuos crímenes de guerra y terrorismo de Israel contra el pueblo palestino y otros países de la región.
“La República Islámica de Irán, al tiempo que condena el martirio de Abu Akleh, pide a la Organización de las Naciones Unidas, especialmente al Consejo de Seguridad [de la ONU], que tome medidas urgentes para poner fin a la agresión y la impunidad de Israel, en apoyo del pueblo palestino y para responsabilizar a este régimen por los crímenes internacionales que ha cometido a lo largo de décadas”, ha manifestado.
Es más, ha expresado el apoyo inquebrantable e integral de la República Islámica al pueblo palestino en su resistencia legítima contra la ocupación y la agresión para lograr el derecho a la autodeterminación.
Shireen Abu Akleh, reportera palestina de la cadena catarí Al Jazeera, fue asesinada a tiros por el ejército israelí el miércoles, durante una incursión militar israelí en el campo de refugiados de Yenin, en la ocupada Cisjordania, según el Ministerio palestino de Salud.
Las fuerzas israelíes le dispararon en la cabeza a Abu Akleh, de 51 años, mientras vestía un chaleco de prensa que claramente la marcaba como periodista. Su asesinado ha desatado condenas y rechazos tanto a nivel nacional como internacional.