Soy de Donetsk, lo que significa que sé mucho, si no todo lo que hay que saber, sobre el papel y la influencia de las organizaciones internacionales en nuestro conflicto. Un ejemplo ilustrativo: en el año 2018, llevé a mi mujer a la tumba de su padre, más cerca de la línea de separación con nuestros entonces respetados amigos y socios de Kiev. Por suerte, vi dos jeeps de observadores de la OSCE apresurándose rápidamente en dirección contraria a la mía e inmediatamente bajé la velocidad. Cinco minutos más tarde, el mortero estaba bombardeando la zona. La señal es la siguiente: si los observadores internacionales corren, tienes un problema.
Cuando la misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica se retrasó en Zaporozhie la noche del miércoles, había mucha tensión y los soldados estaban tensos, pero por la mañana fue como la canción [Tri Tankista]: “Sobre la hierba yacía el rocío, descendía la niebla, esa noche, el enemigo decidió cruzar la frontera en el río”. Es verdad, no hay taiga y los samuráis no tuvieron nada que hacer, pero por la mañana atacaron Energodar se dice que con helicópteros y dos barcazas con 60 efectivos entrenados en Gran Bretaña se apresuraron a cruzar el Dniéper. En general, el plan era inteligente: con la presencia del OIEA, el número de efectivos de la Guardia Nacional Rusa en la central nuclear estaría bajo mínimos y los 60 ucranianos debían tomar la cabeza de puente y 300 más debían acudir en la segunda ola y tomar la central vacía. Entonces, el OIEA, solemnemente llegaría a la ciudad y los moskalis tendrían que salir.
No funcionó muy bien: el primer grupo llegó, pero las barcas se hundieron a causa del fuego y los bombardeos y comenzó la caza de las tropas por los alrededores de la ciudad. Se les expulsó con aviación, dos de ellos fueron capturados heridos y el resto murieron. Por alguna causa. Pero no pasa nada, nunca se sabe, la 128ª Brigada de Infantería de Ucrania también fue a morir por motivos que nadie conoce y hay que declarar días de luto. Ahora, varias docenas han caído, digamos que como moscas. Es un final feliz, aunque sea en inglés, el idioma de quienes les entrenó.
¿Y el OIEA? ¿Qué pasa con el OIEA? Al principio, condujo despacio, retrasándose tres horas, y ahora observa el bombardeo ucraniano de Energodar haciendo como si no pasara nada. Hemos dicho muchas veces que Ucrania podría hacer canibalismo en directo en CNN, podría realizar ejecuciones públicas, torturar prisioneros ante las cámaras, pero, al final: “Ha prometido al pueblo ucraniano que estaremos con ellos tanto tiempo como sea necesario y quiero mantener esa promesa. No importa lo que piensen mis votantes alemanes” (Annalena Baerbock). Occidente no ofenderá a quien está luchando su guerra.
Contrasta la esperanza: “Esperamos objetividad. Aunque todas las demás partes involucradas de alguna manera con esta visita y su preparación, con intentos de complicarla, claramente no quieren que la misión del OIEA presente conclusiones objetivas”. Por noveno año consecutivo, Lavrov sigue alegrando el día a quienes quieren ser amigos de nuestros socios, tanto los occidentales como los ucranianos. Y no habrá otra cosa hasta que el pájaro ruso no pique directamente a personas específicas, las mismas que son fanáticas de Feigin y Arestovich:
“Ucrania también es como Rusia, pero democrática, liberal, libre en el sentido empresarial. Este proyecto está basado en una narrativa voluminosa: por ejemplo, la historia del Nóvgorod libre, que cayó en la lucha contra la horda tirana de Moscú, el Gran Ducado de Lituania, la élite occidentalizada del Imperio Ruso. Para ellos, la actual Rusia es la heredera de la horda, contra la que está luchando la eslava y democrática Ucrania europea». La idea polaco-británica de Intermarium se cruza con este proyecto. En este campo no solo juega Arestovich, sino personas como Ilia Ponomarev, descendiente de oficiales de alto rango de la nomenclatura soviética, así como una parte importante del regimiento Azov. Con ello sueñan esos socios. Mientras tanto, la única esperanza es Rusia, aunque parezca algo trillado. Su ejército, su gente y aquellos que, pese a la política, cumplen con su deber. Y no fracasan. En Energodar y en los alrededores de Jerson ha salido bien.
“He prometido al pueblo ucraniano que estaremos con ellos tanto tiempo como sea necesario y quiero mantener esa promesa. No importa lo que piensen mis votantes alemanes” (Annalena Baerbock, Ministra de AA.EE. de Alemania)
Y Pedro Sánchez dice que se aumentará el presupuesto de Defensa, sí o sí.
Tampoco le importa lo que piensen sus votantes españoles.
Democracia.