No a violencia. Bajo este lema, millones de personas salieron a las calles en diferentes ciudades de Irán. En marchas llamadas la Gran Congregación de la Umma del Profeta, denunciaron actos vandálicos registrados recientemente.
En la capital, Teherán, decenas de miles se reunieron en una de las plazas en el centro.
Las protestas comenzaron inicialmente por la muerte de Mahsa Amini, joven de 22 años, en un hospital, tras ser detenida por la policía moral. Las movilizaciones pedían esclarecimiento de los hechos que resultaron con su muerte. Pero pronto grupos violentos empezaron a cometer actos de vandalismo como atacar a las propiedades públicas y privadas, dañar ambulancias o prender fuego a un agente de policía.
En la congregación, también denunciaron la profanación del sagrado Corán y la bandera de la República Islámica de Irán.
En el comunicado final de la congregación, reiteraron el apoyo a las fuerzas de seguridad y policías, declararon su repudio al vandalismo y además pidieron tratar con determinación con las personas que crean mentiras y rumos en redes sociales.
De acuerdo a las cifras anunciadas por las autoridades, en los recientes disturbios, más de 40 personas han perdido la vida, entre ellas, policías y fuerzas de seguridad.
Maryam Saidi, Teherán
Y los medios afines a Occidente las han manipulado diciendo que eran contra el régimen.
Lo normal en la prensa doméstica y domesticada.