El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha impuesto este miércoles este nuevo régimen de sanciones contra 34 individuos y entidades de la UE y el Reino Unido por apoyar el terrorismo y grupos terroristas, instigar y alentar actos terroristas y violencia contra el pueblo iraní, injerencia en los asuntos internos de la República Islámica de Irán, la propagación de la violencia y disturbios en Irán, difusión de información falsa sobre Irán y participación en la escalada de crueles sanciones contra el pueblo iraní que es un ejemplo del terrorismo económico.
Las sanciones incluyen medidas financieras, incluido el bloqueo de cuentas y transacciones en los sistemas bancarios de Irán, el bloqueo de activos dentro de la jurisdicción de la República Islámica, así como la prohibición de emisión de visas y entrada a Irán, indicó la Cancillería en un comunicado.
La República Islámica acusa a la UE y al régimen británico de violar sus obligaciones internacionales con respecto a la lucha contra el terrorismo al apoyar, facilitar y denegar la lucha contra los actos destructivos de las personas y entidades ya sancionadas.
En reacción a las medidas hostiles de la parte europea, la Cancillería iraní recuerda que imponer y exacerbar las crueles sanciones es una violación evidente de los principios fundamentales del derecho internacional establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
De este modo, la Cartera iraní ha actualizado su lista de sanciones contra la UE y el Reino Unido en represalia a un nuevo paquete de embargos declarado el lunes por la contraparte contra 37 individuos y entidades de Irán, so pretexto de “reprimir” las protestas.
Desde el inicio de los disturbios en Irán, acaecidos bajo la excusa de la muerte de la joven iraní Mahsa Amini —ocurrida el 16 de septiembre en un hospital en Teherán (capital) tres días después de que fuera detenida por la policía—, Occidente ha puesto una serie de restricciones a los funcionarios y políticos iraníes.
Las organizaciones de Inteligencia iraníes aseguran que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. “desempeñó el papel principal” en fomentar los disturbios, en estrecha colaboración con los servicios de espionaje del Reino Unido, el régimen israelí y Arabia Saudí.