«Lavrov llamó a los socios israelíes y palestinos a ejercer la máxima responsabilidad y abstenerse de cualquier acción que pueda causar una mayor degradación de la situación», indica el comunicado.
La nota agrega que Moscú está preocupado por una nueva espiral de violencia en la zona del conflicto palestino-israelí que pueda provocar la reanudación de una confrontación armada a gran escala y causar más muertes y destrucción.
«Lavrov destacó la urgente necesidad de reanudar los esfuerzos del ‘cuarteto’ de mediadores internacionales con el fin de reactivar cuanto antes el proceso negociador entre las partes israelí y palestina, respetando la base jurídica internacionalmente reconocida», señala.
Además, el jefe de la diplomacia rusa expresó a sus homólogos las condolencias por las muertes y lesiones sufridas por civiles durante la reciente escalada de tensiones.
El 26 de enero, nueve palestinos fueron asesinados, en su mayoría miembros del grupo Yihad Islámica, en una redada del Ejército israelí en el campo de refugiados de Jenín, en Cisjordania, tanto el movimiento islamista Hamás como la Yihad, prometieron devolver el golpe a Israel.
Al día siguiente, un hombre abrió fuego contra las personas que salían de una sinagoga en el barrio de Neve Yaakov, al norte de Jerusalén.
La Policía israelí confirmó siete víctimas mortales. El sospechoso, ciudadano de Jerusalén oriental de 21 años, fue neutralizado.
Según el portavoz de Hamás en la Franja de Gaza, Hazem Qasim, el ataque en Jerusalén fue una «respuesta» a la redada de Israel en Jenín.
