Mientras el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, viaja a París a apoyar a los trabajadores que protestan por subir la edad de jubilación a los 64, olvidando que en el estado español es de 67 (¿se puede tener más caradura?), la plantilla de UGT se moviliza contra el propio sindicato por plantear alzas salariales «irrisorias»
De hecho anuncian que saldrán a las calles para exigir al sindicato el desbloqueo de la negociación de su convenio colectivo marco, cuya vigencia finalizó en 2020 y que lleva en ‘ultraactividad’ desde entonces, según fuentes de las secciones sindicales de trabajadores de UGT. El sindicato ha propuesto a sus trabajadores una subida salarial para 2022 del 2,8%, lejos de la inflación prevista, con lo que eso significa de pérdida de poder adquisitivo.