
El estudio realizado por la Facultad de Medicina Schmidt, de la Universidad Florida Atlantic (FAU), también reveló que estas “tendencias crecientes” en las muertes por suicidio eran similares por género o raza en este grupo de edad en las ciudades y zonas rurales; sin embargo, en áreas rurales —donde las armas son más accesibles— eran más comunes.
De igual modo, en las áreas rurales, las armas de fuego se usaron en el 46,7 % de los suicidios juveniles, mientras que la cifra llegó al 34,7 % en las ciudades metropolitanas.
Los suicidios ocurrieron con mayor frecuencia entre “septiembre y mayo, sobre todo los lunes, seguidos del resto de la semana”, lo que sugiere que el estrés escolar juega un papel en los pensamientos suicidas de los adolescentes, conforme a la investigación.
“Si bien se necesitan más estudios analíticos, existen importantes implicaciones clínicas y de salud pública basadas en los hallazgos de nuestro estudio”, aseveró, a través de un comunicado, Sarah K. Wood, autora principal y profesora de Pediatría de la FAU.
La profesora, además presidenta del Departamento de Salud de la Mujer y el Niño de la Facultad de Medicina Schmidt, destacó que los datos del estudio apuntan a una “correlación temporal” entre el uso de las redes sociales, el estrés escolar y las armas de fuego, afirmando que se necesita realizar más indagaciones.
A su vez, el profesor Charles H.Hennekens, uno de los autores del estudio, enfatizó que “nuestros datos muestran que las áreas no metropolitanas tienen tasas más altas de suicidio de adolescentes, independientemente del método, y las áreas rurales tienen tasas más altas debido a las armas de fuego”.
El suicidio en el país norteamericano se ha convertido en la segunda causa principal de muerte prematura entre los 10 y 24 años y la principal causa de muerte entre los 13 y 14 años.