Anteriormente, un tribunal de Moscú prolongó por tres meses más la orden de arresto contra Shónov a quien, según el FSB, «se le incrimina el delito tipificado en el artículo 275.1 del Código Penal de Rusia: colaboración confidencial con un Estado extranjero».
De acuerdo con la investigación, Shónov había estado recopilando durante meses la información sobre el avance de la operación militar especial en Ucrania, movilización de reservistas a lo largo de Rusia, problemas de actualidad y su potencial efecto sobre la actividad de protesta de los rusos de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
El informador realizaba este trabajo «a cambio de una recompensa material» por encargo de Jeffrey Sillin y David Bernstein, funcionarios del departamento político de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, a los que el FSB quiere tomar declaraciones.
«Se planea interrogar a dichos diplomáticos, por lo que se han enviado las notificaciones correspondientes a la Embajada de EEUU en Moscú», señala el comunicado oficial.
El propio Shónov afirmó que David Bernstein, primer secretario de la embajada, le había «marcado el objetivo de buscar entre periodistas, empresarios y políticos a personas que fuesen leales hacia EEUU y que pudieran ser utilizadas para la recogida de información».
La detención de Shónov se produjo en marzo pasado en Vladivostok, pero su identidad trascendió a los medios dos meses después, en mayo.
Por su parte, el Departamento de Estado condenó ese arresto en término enérgicos y afirmó que las acusaciones contra Shónov, quien había trabajado durante más de 25 años en el Consulado General de EEUU en Vladivostok, carecen totalmente de fundamento. Luego de que el Gobierno ruso ordenara en abril de 2021 despedir a todo el personal local de esta misión, el hombre pasó a trabajar en una empresa contratada para brindar servicios a la Embajada de Estados Unidos en Moscú.
