William Gómez García.— Definitivamente ya no impresiona la doble moral que Estados Unidos aplica en todo el planeta. Mientras financia la guerra de Ucrania contra Rusia y la masacre genocida que Israel viene cometiendo contra la población palestina en la franja de Gaza, se regodea con un falso discurso de democracia perfecta.
Los gringos, en su atrincherada Casa Blanca, quieren obligar al gobierno de Venezuela a reconocer los falsos resultados de una elección primaria realizada por una oposición radical, violenta y desconocedora de la Constitución que rige el proceso democrático, soberano e independiente de nuestro país. Ellos creen que debemos doblegarnos ante María Corina Machado, quien es su candidata y representante plenipotenciaria y dejar sin efecto una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia Venezuela que anula esa elección del 22 de octubre, producto de la manipulación de Súmate, organización fundada por la propia Machado a su imagen y semejanza.
Para la élite política gringa, el mundo está obligado a ejecutar sus órdenes, pero no acatan la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobada, recientemente, por 187 naciones que condena el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba. Sanciones que desde 1962 cerró toda posibilidad de que la Antilla Mayor se desarrolle como nación, por el simple hecho de acabar con el gobierno liderado por Fidel Castro y ahora por Miguel Díaz-Canel.
Como venezolanos no estamos dispuestos a seguir aceptando que la prepotente nación del norte siga creyendo que somos una colonia tutelada bajo la doctrina Monroe. Venezuela es la puerta de entrada a la América del Sur, cuyo patrimonio fundamental es ser la tierra natal del más grande hombre de la libertad e independencia: Simón Bolívar. Nuestra autonomía está circunscrita en haber derrotado uno de los imperios más poderosos del siglo XIX. España creyó ser por siempre nuestro opresor. Sin embargo, eso se acabó el 24 de junio de 1821, con la derrota de su poderoso ejército en la batalla de Carabobo. Así ocurrirá con la tierra de Washington.
Hoy Estados Unidos ha activado otras estrategias, con el fin de que nuestro país, Venezuela, acate sus decisiones, como es el uso del Comando Sur como brazo armado de Guyana, para que desistamos de nuestra reclamación sobre el Esequibo. Una de ellas es la utilización de la Corte Internacional de Justicia para que decida a favor de la Exxon Mobil, representada por el presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, para que le otorgue el territorio en reclamación para uso y abuso de Estados Unidos.
El tres de diciembre Venezuela dará una respuesta definitiva a esa pretensión de Estados Unidos y Guyana, con la realización de un Referéndum Consultivo que pondrá en su lugar al estado opresor y colonialista de eso que llaman Estados Unidos de América, a pesar de que factores de la derecha venezolana, con el apoyo de Luis Almagro, secretario general de la OEA, pretende dar lecciones de derecho internacional. En lo que sí estamos claros es que Almagro extendió el brazo para hacer efectiva las prebendas de la Exxon. Nosotros, como auténticos venezolanos, decimos como Emiliano Zapata: Preferimos morir de pie que vivir de rodillas.
