Dirigente campesino, comandante militar, dirigente político, punto de referencia cultural y columna vertebral de la sociedad china; actualmente es imposible hablar sobre el Movimiento Comunista Internacional (MCI), su historia y su actualidad, prescindiendo de lo que significó y significa la obra política, filosófica y militar de Mao Tse-Tung.
En contra de lo que cuenta la propaganda anticomunista engendrada por el imperialismo, reproducida por los medios desinformativos de la burguesía de cada país y sostenida por el progresismo socialdemócrata que desmoviliza las masas, hoy, a 130 años de su natalicio, los comunistas sostenemos que el aporte teórico y práctico del Presidente Mao, para la vida política y lucha revolucionaria de la clase trabajadora mundial, está más vigente y vivo que nunca, y se ha constituido en un arma que está a la mano de los pueblos oprimidos del mundo para conquistar su liberación.
Nació el 26 de diciembre de 1893, en las remotas montañas de Hunan, creció entre una población campesina azotada por la pobreza y el hambre al que la condenaba el sistema semifeudal del otrora Imperio Chino, participó en la transición republicana en la que se impuso el Kuomintang, combatió heroicamente en la Guerra Civil China y en la lucha unificada contra el invasor japonés, luchó por la Revolución y la proclamación de la República Popular en octubre de 1949, y desarrolló sin descanso una ardua batalla contra todo vestigio burgués durante la Gran Revolución Cultural Proletaria.
La vida y obra del Presidente Mao es el más puro ejemplo de un comunista, su lucha sin tregua contra el colonialismo y el imperialismo, su combate contra la pobreza y el hambre heredadas del viejo Estado nacionalista, y su noble dedicación a enriquecer la teoría marxista para hacerla más efectiva y accesible para las masas, dan cuenta del lugar que tiene Mao en la historia y, pese a la infame campaña de desprestigio y las calumnias que pesan sobre su tumba, actualmente sigue siendo el referente de millones de personas que luchan por un mundo nuevo, por superar el presente de miseria y superexplotación en el que el putrefacto sistema capitalista ha sumido al planeta entero.
Por todo lo anterior, sostenemos que los aportes teóricos de Mao se han constituido en la fase superior de la ideología comunista, consolidándose así como Marxismo-Leninismo-Maoísmo, ciencia de la revolución proletaria, como bien lo afirmaba nuestro camarada Jaime Rangel.
Desde oriente hasta occidente, el legado del Presidente Mao ha inspirado procesos de Guerra Popular en Perú, India, Filipinas, Nepal, Turquía, y ha potenciado el desarrollo de procesos revolucionarios en Francia, España, Austria, Suecia, Noruega, Colombia, Ecuador, México… lo que da cuenta de la validez universal de su pensamiento, por ser una poderosa herramienta filosófica para analizar las contradicciones en la lucha de clases de cada país y en la lucha de líneas dentro del mismo MCI.
Hoy, honrando su legado y siguiendo su ejemplo, los comunistas de todo el planeta nos levantamos y alzamos en lo más alto la roja bandera que alguna vez Mao alzó sobre Pekín para que la siguiesen los trabajadores de todo el mundo. Bien decía Lenin que «El marxismo es todopoderoso porque es cierto», y ahora en su tercera y superior etapa nos dota de una potente arma contra el dominio imperialista y la explotación burguesa; un arma que, ante la crisis capitalista que destruye al mundo, debemos utilizar con la firme convicción de que tarde o temprano, siguiendo el ejemplo que nos legó el Presidente Mao, alcanzaremos la victoria: un mundo cuyos destinos sean dirigidos por quienes producimos la riqueza, y no por quienes se apropian de la misma.
¡VIVA EL 130 ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!