Obsesionado por imponer su hegemonía militar sobre todo el globo terráqueo, Estados Unidos trata de hacer una nueva jugada al azar en la región de Asia-Pacífico, consideró el comentarista de asuntos de seguridad internacional Jong Min.
Hace poco, el comandante de fuerzas terrestres del Pacífico norteamericanas acusó al ejército chino de emprender un camino irresponsable en el uso de medios militares y anunció que su país desplegaría en 2024 un nuevo misil de alcance medio en la región, acotó.
Washington intenta ubicar ese tipo de misil de lanzamiento terrestre, capaz de golpear directamente en cualquier momento a los Estados regionales específicos, señala el mencionado comentario.
Este plan parte de la intención estratégica de mejorar los efectos de la presión militar sobre China al reforzar los medios tácticos y operacionales de ataque y desplegarlos en zonas avanzadas en lo geográfico, subraya Jong Min.
Tan pronto como se retirara unilateralmente en agosto de 2019 del tratado de cancelación de misiles de mediano y corto alcance, concertado con Rusia, Estados Unidos desarrolló y modernizó un misil de alcance mediano y completó este proyecto a finales del año 2022, afirma.
El típico sistema de este armamento es el «Typhon», fabricado por la compañía Lockheed Martin y con el cual se pueden lanzar los misiles cruceros de largo alcance Tomahawk y los teledirigidos multipropósitos tipo SM-6, estima el especialista militar.
Además, Estados Unidos acelera la modernización de las fuerzas de misiles de alcance intermedio concentrándose en el desarrollo de armas hipersónicas de varios tipos como LRHW, AGM-183 y HACM, destaca.
Tal intento es, de por sí, tan peligroso que basta para empeorar bruscamente la situación política y militar de la región, causar la repulsión fuerte y contramedidas de China y otros países regionales y generar una reñida carrera armamentista en la región, advierte Jong Min.
