Los nuevos sirvientes de EEUU en Europa serán sus sepultureros

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Declan Hayes* (Strategic Culture Foundation).— El propósito de este artículo no es tanto describir los formidables ejércitos de la OTAN que actualmente se enfrentan a Rusia, sino echar un vistazo a los Jesús rastreros, que vitorean la agresión de la OTAN, cuando no están intimidando a músicos rusos, atacando embajadas rusas o denunciando a Masha y el oso como la más vil de las propagandas rusas.

Con todo esto en mente, estoy especialmente agradecido a Finian Cunnigham por su reciente y excelente artículo sobre cómo el rastrero holandés Mark Rutte ha reemplazado al noruego Stoltenberg como jefe de la OTAN y por señalar que Rutte y sus guardaespaldas van en bicicleta al trabajo, lo que es algo así como un apretón de manos masónico con la actual cosecha de neonazis ecológicos.

La insensible Kallas

Hasta ahora no había prestado mucha atención a Rutte, ya que mis ojos estaban fijos en otros idiotas útiles de la NAFO (grupo antirruso conocido por sus siglas en inglés “North Atlantic Fella Organization” Organización de Colegas del Atlántico Norte, un juego de palabras con la siglas NATO, por el nombre en inglés de la OTAN), la principal de los cuales es la guerrerista estonia Kaja Kallas, de la que ya me he mofado, y que recientemente ha sustituido al camarero de Las Torres Fawlty (comedia británica de los años 70) Josep Borrell como principal diplomático europeo.

Kallas no sólo procede de un país insignificante, sin ninguna relevancia estratégica, excepto como pata de gallina estadounidense para ser utilizado contra Bielorrusia y Rusia, sino que Kallas tiene un problema personal con su familia, que estuvo en la cárcel durante los años de Stalin.

Por triste que sea, las marionetas estadounidenses que guardan rencores personales no son buenos embajadores, ya que se supone que los embajadores practican la diplomacia europea, no la duplicidad estadounidense. Así las cosas, el general Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, en lugar del canciller Serguei Lavrov, será su médium ruso y su mensaje saldrá de los cañones de diez millones de fusiles, lo que dará tanto a ella como a su engendro estonio algo que recordar.

Kallas no es más que una fanfarrona de la NAFO obsesionada con copiar a Jimmy Cagney, el protagonista de White Heat (Alma Blanca, película estadounidense de finales de los años 40, donde un agente federal se disfraza de mafioso para infiltrarse en la banda de ladrones de un gánster psicópata) y gritarle a su difunta madre “lo hice, mamá”. La cima del mundo. La diferencia es que, aunque Cagney se fue por su cuenta en una bola de gloria, Kallas y el resto de la tripulación de la OTAN, aunque sean demasiado tontos para darse cuenta, quieren llevarnos a todos al infierno de Hades (dios del inframundo en la antigua Grecia) con ellos.

Aunque los críticos podrían argumentar que estoy siendo un poco cruel con Kallas, ya es hora de que alguien llame la atención a esta abofeteadora de la NAFO y a sus clones. El enemigo no son tanto los soldados de la OTAN, que Kallas quiere que marchen alegremente a su perdición, sino aquellos que, como ella y un millón más, los animan cínicamente en su camino y que fueron condenados hace mucho tiempo por los poetas ingleses de la Gran Guerra, por un lado, y por otro, por el conmovedor réquiem alemán que es “Sin novedad en el frente” occidental, de Eriq Maria Remarque. Aunque muchas cosas han cambiado desde el armisticio de 1918, estos cínicos buitres no. Ya que siguen fomentando la guerra desde sus perchas, estos loros deben ser devueltos a sus jaulas.

Galloway-Morgan-Cross-Karganovic-Stuart

Consideremos esta entrevista que el lacayo de la NAFO Piers Morgan realizó al conocido político británico George Galloway. Nótese que a Galloway rara vez se le permite decir una frase completa sin que Morgan irrumpa para dar su propia opinión sobre Srebrenica, Bucha y Putin, Putin, Putin. Galloway, como él mismo admite, es un adicto a la política y estaría tan al día sobre Srebrenica y Bucha como el mejor informado de sus compatriotas. Al responder sobre Bucha, repite pruebas que yo apenas recuerdo y, aunque su memoria también es excelente sobre Srebrenica, nuestro Stephen Karganovic (Presidente del Proyecto Histórico de Srebrenica) ha ofrecido relatos mucho más completos que los de Galloway o, Dios nos ayude, que los que Morgan podría llegar a ofrecer.

Aunque no he hablado con Karganovic sobre su trabajo, he hablado largo y tendido con el investigador británico Robert Stuart sobre cómo su excelente pieza expone totalmente los ataques químicos de falsa bandera de la OTAN en Siria. Pero la OTAN y sus perros falderos no están interesados en obtener informes sólidos de Karganovic o Stuart. Como muestran Morgan y sus clones de la NAFO, todo lo que pueden hacer es rugir repetidamente el nombre de Putin y condenar a cualquiera que no esté dispuesto a volar a Moscú en un abrir y cerrar de ojos y darle un apretón de manos de Glasgow y arriesgarse con los temibles guardaespaldas de Putin.

Porque eso es lo que dice un niño o un simplón de la NAFO, lo que nos lleva al extraño caso de Philip Cross, un editor de Wikipedia extraordinariamente prolífico al que George Galloway desenmascaró como un vulnerable idiota del norte de Londres que está siendo utilizado por esa gentuza que conocimos anteriormente en el campo de batalla de la cultura rusa para difamar a cualquiera y a todos los que estén en el punto de mira de la OTAN.

Aunque Glen Black y Craig Murray escribieron acusaciones condenatorias contra Cross y sus manipuladores del Sunday Times y del Jewish Chronicle, el punto de venta del Mossad, Haeretz, rechazó sumariamente todas sus pruebas por ser, de todas las cosas, bazofia antisemita. Aunque Galloway también considera que Hope not Hate del MI6 es otra operación de la NAFO diseñada para desbancar a personajes como él, que piensan que el genocidio no es del todo kosher, el MI6 tiene ejércitos de estos personajes de la NAFO en nómina.

Gritar el nombre de Putin a todo el mundo ha sustituido a difamar a Assad como carta de triunfo de la NAFO. Cada vez que Galloway o cualquier otro exponga un argumento válido, basta con chillar el nombre de Putin para que los árbitros de la OTAN te concedan el punto, juego, set y partido. Por estúpido que parezca, así es como los trolls de NAFO, desde Morgan en la percha superior hasta los floozys (caca de perro) del norte de Londres en sus no menos lucrativas tribunas, cacarean sus argumentos guionizados.

Assange-Corbyn-Daly-Wallace

Cuando Clare Daly perdió su escaño en la Eurocámara, dio una entrevista muy cortante a los medios de NAFO, que era poco más que un saludo con un dedo a ellos por tratarla tan mal, algo que he señalado anteriormente, pero que Justine McCarthy en el diario irlandés Irish Times, como era previsible, negó que sea su obituario político, como aquellos esperan.

Para concluir su artículo sobre Daly, McCarthy terminó señalando que ella llevaba una camiseta de Free Assange, y que “el encarcelado Julian Assange, cofundador de Wikileaks, es sólo uno de los 579 periodistas detenidos actualmente en todo el mundo, el segundo mayor número jamás registrado por el Comité para la Protección de los Periodistas”.

Aunque la inferencia aquí es que los periodistas del Irish Times y el Guardian están, como Assange, entre las principales víctimas de la injusticia social, un mordaz artículo de Jonathan Cook pone fin a ese cuento de hadas. Lejos de ser víctimas, Cook explica por qué los equipos de la NAFO como el Guardian y el Irish Times son los más viles perseguidores de los evangelistas de la libertad como Assange y, de hecho, de Jeremy Corbyn, que fue uno de los primeros partidarios a los que Assange dio las gracias a su regreso a Australia.

Como muestra este abogado inglés, Corbyn y Galloway no son los únicos políticos británicos puestos en la picota como marionetas de Putin. Si hay que creer a los medios de comunicación, incluso la tripulación de Nigel Farage (jefe del derechista Partido Reforma de Reino Unido) está en la amplia nómina del Kremlin como, al parecer, yo mismo si Norma Costello, Ronan Tynan, Samara Levy y otros mosquitos NAFO que he aplastado son fuentes creíbles.

Desgraciadamente, no lo son y no se pretende que lo sean, porque la verdad no está del lado de los loros de la NAFO de la OTAN. Una vez que se agote su financiación, los que sigan en pie volarán del gallinero para darse un festín con su próximo bocado gratis. Nunca hay que confundir a estos monos ni siquiera con el más humilde de los organilleros.

¿Kiev o Kyiv?

Con esto no quiero decir que estos loros de la NAFO carezcan de valor. Si no lo tuvieran, la OTAN no financiaría su existencia en Easy Street (cortometraje mudo de Charles Chaplin). Su papel es amplificar temas y motivos, hacer que parezca que los objetivos bélicos de la OTAN son la vox populi, la voluntad del pueblo.

Volvamos a las orillas del Dniéper, donde la BBC del MI6 (servicio secreto británico) nos habla de todas las valientes unidades LGBT ucranianas que se defienden valientemente de las homófobas hordas rusas, y el diario The Guardian del MI6 nos explica que a Kyiv debemos llamar Kiev para martillar a Putin, que odia tal desafío.

Está bien, pero si Roma es Roma en inglés, Nápoles es Napoli, Copenhague es København y Oporto es Porto, ¿por qué habría de tratarse de forma diferente a la capital del Reich? La respuesta es someterse a lo que se hace pasar por el ala intelectual de los nazis de Azov, cuya visión del pueblo ucraniano sigue siendo el charco de sangre estancada que siempre ha sido. Llámenme mareado, pero apaciguar a los nazis siempre me pone rojo, y la cuestión de Kiev/Kiev es fundamental para ello.

Deseen lo que deseen los nazis, la lengua ucraniana no tiene futuro comercial, ya que Ucrania es un Estado vasallo de la OTAN, donde la lengua franca es el inglés (estadounidense). Zelensky sólo aprendió ucraniano para mantener su estafa en marcha y no hay manera de que los Biden y otros grandes blanqueadores de dinero de la OTAN vayan a aprender ucraniano para mantener sus propias estafas en marcha. Cuando Ucrania tire la toalla, lo harán, como siempre, ordeñando a algún otro pueblo olvidado de Dios donde se hable tagalo, malayo o algún otro idioma asiático.

Así que Kiev o Kviv de la NAFO está bien, pero no se equivoquen, Kviv forma parte de un tinglado mucho mayor de la OTAN.

Es lo mismo que este asunto de los niños secuestrados de Ucrania. Aunque la OTAN ha utilizado las afirmaciones rusas de que evacuaron a casi 5 millones de residentes de las tierras fronterizas a zonas más seguras dentro de Rusia para exigir que Putin y algunos otros rusos se enfrenten a cargos de “crímenes de guerra” por el secuestro gratuito de niños, eso es sólo más palabrería de la NAFO.

Los inocentes siempre sufren

La NAFO no tiene necesidad de renunciar a esas calumnias, dada la eficacia que tienen en sus propios juegos de salón. Sencillamente, si esas mentiras sobre niños secuestrados ayudan a mantener en marcha los chanchullos bélicos de la OTAN, eso es bueno, y cuantos más trolls de la NAFO estén difundiendo esas tonterías, mejor para la OTAN. A la OTAN no le preocupa lo más mínimo el bienestar de los niños ucranianos o de cualquier otro país, que no son más que piezas de propaganda en las guerras de salón de la NAFO.

Hace tiempo traté el caso de la perseguida activista pacifista alemana Alina Lipp, que cometió el “crimen capital” de la OTAN de rendir homenaje en el santuario del “Callejón de los Ángeles” a los niños de la Frontera que la OTAN masacró antes de la intervención “no provocada” de Rusia.

La NAFO sigue aplaudiendo que la OTAN masacre a niños con bombas de racimo prohibidas internacionalmente por el “crimen capital” de jugar con cubos y palas en las playas de Crimea, un crimen que se perpetró, no lo olvidemos, al mismo tiempo que los apoderados de la OTAN degollaban a sacerdotes ortodoxos en sus altares mayores de Daguestán.

Aunque estos crímenes son difíciles de defender, el trabajo de NAFO es aplaudir esos crímenes, al igual que aplaudieron crímenes similares en Libia, Siria e Irak, con la única diferencia de que se desvían graznando sobre Putin, en lugar de Saddam, Assad o Gaddafi. Todo vale en el amor y en la guerra, excepto que en las bombas, balas y misiles siempre se lee EEUU.

En la guerra, los inocentes siempre sufren. Eso dijo el diplomático yanqui Raymond Seitz en respuesta a una pregunta del padre John Metcalf sobre por qué los matones yanquis de la Contra estaban masacrando a sus feligreses en el norte de Nicaragua. Harold Pinter, que estaba presente en ese intercambio, lo incluyó en su superlativo discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura de 2005.

En las guerras, los inocentes siempre sufren. Y Pinter deja claro en su discurso que, en Nicaragua, al igual que en “El Salvador, Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador y, por supuesto, Chile”, las gargantas cortadas de las Fuerzas de Defensa de EEUU son el denominador común, al igual que lo son ahora en Ucrania, Rusia, Siria y un smorgasbord (buffet típico de la cocina sueca) de otros países que la OTAN considera adecuados para la escisión.

Aunque Pinter expuso el caso contra los crímenes de guerra estadounidenses de forma más elocuente de lo que jamás podríamos hacerlo nosotros, Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, está en condiciones de expresarse con mucha más franqueza de lo que jamás podría hacerlo Pinter. Junto con el ex ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, está acusado del aparente crimen de guerra de derribar un par de transformadores eléctricos en Kiev (¿o es Kyiv?).

Santa tarea

Para cuando termine esta guerra, las legiones de la Corte Penal Internacional (CPI) de la NAFO probablemente le acusarán de muchos más crímenes de este tipo contra la red eléctrica de Ucrania. Ello se debe a que, como explica el doctor Gilbert Doctorow en una entrevista con el juez Napolitano, Gerasimov y sus muchachos piensan que los niños de las playas de Crimea no deberían ser lo que la NAFO considera “objetivos legítimos de la OTAN”, como tampoco deberían serlo los niños de los parques infantiles del norte de Nicaragua; Gerasimov y sus tropas tienen la misión de poner fin a hechos semejantes con todos los medios apropiados a su alcance y, si existe una tarea más santa que la suya en el mundo actual, no he oído hablar de ella.

Según Pinter, “los crímenes de Estados Unidos han sido sistemáticos, constantes, despiadados, sin piedad, pero muy poca gente ha hablado realmente de ellos. Hay que reconocerlo. Ha ejercido una manipulación bastante clínica del poder en todo el mundo mientras se hacía pasar por una fuerza del bien universal. Es un acto de hipnosis brillante, incluso ingenioso, de gran éxito”.

Aunque el elocuente Pinter sigue felicitando a los “brutales, indiferentes, despreciativos y despiadados” Estados Unidos por cómo hipnotizan al mundo, el menos elocuente Gerasimov cobra por ser inmune a todas esas artimañas. Y aunque es poco probable que Gerasimov, siendo ruso, gane pronto ningún Premio Nobel, tiene otros puntos fuertes, uno de los cuales es igualar el recuento de bolsas de cadáveres con la OTAN y sus limpiabotas de la NAFO.

Gerasimov, nos dice Wikipedia, se crio con historias de la Gran Guerra Patria de Rusia, donde su tío, comandante de una compañía de tanques, luchó contra los sospechosos habituales por su propia existencia y, por lo tanto, estableció el marcador con el que se debe medir a Gerasimov y sus camaradas.

Ya he dicho que NAFO está ganando la guerra de las redes sociales, también escribí que “Gerasimov debe terminar la guerra de Ucrania en los términos de Rusia y luego debe dirigir su atención a Finlandia”.

Y así será. La OTAN y sus coristas de la NAFO han creado un enemigo muy peligroso en Gerasimov y el millón y medio de hombres y mujeres bajo su mando. Habiendo conspirado juntos para sembrar el viento, Gerasimov y sus fuerzas van a hacerles cosechar la madre de todos los torbellinos antes de que otros escenarios como Asia Oriental repitan el proceso, hasta que la OTAN y sus papagayos de la NAFO dejen de cometer sus crímenes de guerra.

En el talón de la caza, las cosas van a ir a la manera de Gerasimov, incluso si eso significa que Kallas y sus compinches hacer lo mismo, lo siento Made it ma. cima del mundo tipo de salida que el gran Jimmy Cagney hizo en White Heat. Y esperemos que Gerasimov no dé a Kallas, Rutte y al botones de Barcelona Borrell ninguna oportunidad de repetir.

Al final de la caza, las cosas seguirán el camino de Gerasimov, incluso si eso significa que Kallas y sus compinches harán lo mismo, “lo siento; lo hice mamá”. Una especie de salida en la cima del mundo que hizo el gran Jimmy Cagney en White Heat. Y esperemos que Gerasimov no les dé a Kallas, Rutte y a Borrell, el fanfarrón de Barcelona, ninguna oportunidad de repetir.

(*) Profesor de Finanzas nacido en Irlanda, que ha publicado ampliamente en inglés y japonés sobre asuntos de economía, finanzas y política. En los últimos años ha estado muy implicado en cuestiones sirias y en la guerra de la OTAN y Estados Unidos contra Rusia.

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