Alfonso Lafarga.— El Frente POLISARIO ha declarado que su lucha por el derecho a la autodeterminación e independencia del pueblo saharaui seguirá pese a todos los obstáculos e interferencias, como el apoyo que Francia ha dado a las pretensiones de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, lo mismo que hizo España hace dos años.
El representante del Frente POLISARIO en España, Abdulah Arabi, ha respondido así, en una nota, a la decisión del presidente de Francia, Enmanuel Macron, de apoyar la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
En una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, filtrada por la Casa Real marroquí, el presidente francés afirma que “el presente y el futuro del Sáhara Occidental se enmarcan en la soberanía marroquí” y que para Francia “la autonomía bajo soberanía marroquí es el marco en el que debe resolverse esta cuestión”.
Para el representante del POLISARIO, el apoyo explícito de Francia a las pretensiones expansionistas de Marruecos respecto al Sáhara Occidental es la escenificación de una política llevada a cabo durante décadas.
Abdulah Arabi afirma que, aunque para el pueblo saharaui era una realidad constatada, hace unos meses el Embajador de Francia en Rabat reconoció públicamente “la participación de Francia en la primera guerra en el Sáhara Occidental” y que su contribución “fue determinante” para la ocupación del territorio y “para obstaculizar el efectivo ejercicio del derecho a la autodeterminación e independencia del pueblo saharaui”. “Lo acaecido estos días, sigue una línea continuista dentro de la tradicional postura francesa, insiste.
Indica que el apoyo francés a Marruecos, como lo fue el de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España –potencia administradora del territorio no autónomo del Sahara Occidental–, “se circunscribe en el intento de mantener una buena relación de vecindad con Marruecos, explicada en gran medida por la cuestión migratoria”, relación a la que el Frente POLISARIO reitera respeto, pero que en ningún caso puede servir “para supeditar los legítimos derechos del pueblo saharaui”.
Considera el dirigente saharaui que “no existe ningún cambio, más allá de los pronunciamientos en el ámbito político, los cuales cabría esperar que fuesen en sintonía con lo establecido por el Derecho Internacional”.
“No obstante, pese a que la tendencia es precisamente la contraria, la naturaleza jurídica de la cuestión saharaui está claramente establecida. Es una cuestión de descolonización, y por dicho motivo, y con el aval de las organizaciones y tribunales internacionales, –entre los que se encuentra el Tribunal de Justicia de la Unión Europea–, el pueblo del Sáhara Occidental, pese a todos los obstáculos e interferencias, seguirá, mediante su único y legítimo representante, el Frente POLISARIO, luchando por ejercer efectivamente su derecho a la autodeterminación e independencia”, concluye Abdulah Arabi.
El reconocimiento de la soberanía marroquí del Sáhara Occidental por parte de Enmanuel Macron ha motivado la retirada inmediata del embajador argelino en París, Said Moussi, como ocurrió hace dos años en España cuando Pedro Sánchez apoyó los intereses de Marruecos sobre la excolonia española mediante una carta a Mohamed VI, que difundió el Gabinete Real marroquí, en la que calificó la propuesta de autonomía como “la base más seria, creíble y realista”.
Se da la coincidencia de que los teléfonos de Macron y Sánchez, así como de varios miembros de sus respectivos gobiernos, fueron espiados con el sistema israelí Pegasus por parte de Marruecos, presuntamente.
La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara), por su parte, afirma en un comunicado que la decisión del presidente de Francia, más allá de violar todas las normas del derecho internacional, significa un nuevo y grave obstáculo a los esfuerzos de la ONU, y en particular del enviado especial del Secretario General para el Sahara Occidental, Staffan de Mistura, para poner fin a los enfrentamientos armados y encontrar una solución justa, democrática y duradera a este largo conflicto.
Y concreta: “Una vez más, la postura francesa, apoya el expansionismo marroquí, la ocupación ilegal, la represión y el expolio ilegal de las riquezas saharauis, avivando el enfrentamiento y poniendo en peligro la paz y la estabilidad en el conjunto del Magreb. Ni Macron, ni Trump, ni Sánchez; nadie está por encima del derecho inalienable del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro y, como ha recalcado el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, “nadie podrá obligar al pueblo saharaui a renunciar a sus derechos legítimos”.
CEAS considera que la República Francesa “debería hacer valer su lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad, en su relación con otros pueblos en lugar de fomentar el enfrentamiento y la explotación colonial”.
