Un ciudadano británico y tres estadounidenses se encuentran entre las 37 personas que este viernes fueron condenadas a muerte, tras ser declaradas culpables de participar en el intento de golpe de Estado en la República Democrática del Congo del pasado 19 de mayo, recoge AP.
Los tres estadounidenses condenados son el hijo del opositor Christian Malanga, Marcel Malanga, de 21 años, así como Tyler Thompson Jr. y Benjamin Zalman-Polun.
Thompson, de 21 años, voló a África desde Utah con Marcel, supuestamente, para disfrutar de unas vacaciones con todos los gastos pagados, según su familia. Zalman-Polun, de 36 años, era socio comercial de Christian Malanga.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido dijo a SkyNews que están «prestando asistencia consular a un ciudadano británico detenido en la República Democrática del Congo».
Entre los condenados también figura un ciudadano belga y un canadiense, además de varios congoleños. Otras 14 personas fueron absueltas en el proceso, que comenzó en junio.
El veredicto fue leído por el juez presidente, Freddy Ehuma, en una audiencia retransmitida en directo por televisión desde el patio de la prisión militar de Ndolo, en las afueras de Kinsasa, capital de la República Democrática del Congo. Los condenados, que fueron acusados de terrorismo, asesinato y asociación para delinquir, tienen cinco días para recurrir la sentencia.
Seis personas murieron durante el fallido intento de golpe de Estado liderado por el opositor Christian Malanga, que tuvo como objetivo el palacio presidencial y un aliado cercano del presidente Félix Tshisekedi.
Durante la acción, hombres armados vestidos con uniforme militar atacaron primero la residencia de Vital Kamerhe, legislador federal y candidato a presidente de la Asamblea Nacional del Congo. Después ocuparon brevemente una oficina de la Presidencia, antes de que Malanga, un político congoleño radicado en EE.UU., fuera asesinado en el palacio presidencial después de resistirse al arresto de los guardias.
En marzo, la República Democrática del Congo restableció la pena de muerte, levantando una moratoria de 21 años, mientras las autoridades luchan por frenar la violencia y los ataques militantes.