Elson Concepción Pérez (Granma).— Puede que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden –quien durante sus años de gobierno lanzó varias acciones bélicas en otros países, mantuvo y fortaleció el envío de armas, aplicó sanciones y todo tipo de amenazas–, haya querido ahora, cuando le faltan solo días para terminar su tambaleante mandato, hacer realidad su afán bélico, con el estallido de un conflicto que traspase las fronteras de los ya directamente involucrados.
Al mantenimiento militar, financiero y diplomático del gobierno sionista de Israel, aunque ya supere los 42 000 la cifra de muertos –mayoritariamente niños y mujeres palestinos– resultado de los bombardeos de la aviación y de la acción de los militares israelíes, ahora suman los ataques contra Yemen, ordenados personalmente por Biden, y las acciones del ente sionista contra Siria.
La noticia, dada a conocer por RT, refiere que «fuerzas estadounidenses atacaron cinco instalaciones subterráneas de los hutíes en territorio de Yemen, en las que supuestamente se almacenaban componentes de armas utilizadas en ataques contra buques en la región», anunció el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin.
Según sus palabras, la ofensiva, en la que participaron bombarderos estratégicos furtivos b-2 Spirit, fue ordenada por el presidente Biden con el fin de debilitar aún más las capacidades de los hutíes y defender a las fuerzas y al personal estadounidenses que se encuentran en la zona.
Es decir, el Jefe del Pentágono reconoce que hay fuerzas militares de Estados Unidos implicadas directamente en la masacre israelí contra los palestinos.
Los medios yemeníes han informado este jueves que los cazas de la coalición proisraelí de EE. UU. y del Reino Unido han atacado tres veces algunas zonas de Sana (capital yemení) y de Sada, en el norte del país.
De igual forma, según información de última hora del sitio Hispantv, «Israel ha lanzado un ataque aéreo contra la provincia siria de Latakia, en el noroeste del país árabe».
Estas nuevas acciones del gobierno sionista de Israel, y de los propios Estados Unidos, advierten al mundo que parece no ser suficiente con la masacre al pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, sino que la guerra se extiende al Líbano, Yemen y Siria.
Biden quiere despedirse de la Casa Blanca recordado por su amor a la guerra.
