José Negrón Valera (Sputnik).— Este evento, bautizado ya por algunos analistas como La cumbre de la desdolarización, promete profundizar en los debates sobre la sustitución del dólar como moneda dominante en el comercio internacional, una cuestión crucial en la búsqueda de un sistema financiero global más justo y multipolar. En este contexto, el economista venezolano Luis Enrique Gavazut dice a Sputnik que la desdolarización, impulsada por los BRICS, ha sido un proceso lento pero sostenido, acelerado por la creciente integración económica entre los países miembros del bloque.
Según el experto, la desdolarización “ha tomado impulso, especialmente con el crecimiento de los BRICS como un bloque económico alternativo”. Para que este proceso se consolide, Gavazut señala la necesidad de fortalecer la integración económica entre los países del bloque mediante “acuerdos de comercio bilateral en monedas locales” y el desarrollo de mecanismos financieros alternativos al sistema SWIFT, como los propuestos por Rusia y China.
Sin embargo, para Gavazut, el mayor desafío radica en la creación de instituciones financieras globales que generen confianza y legitimidad, no solo entre los países emergentes, sino también entre las economías occidentales.
«Los países BRICS deben crear instituciones financieras fuertes que generen confianza a nivel global y en las que Occidente esté dispuesto a participar; esto último luce como el hueso más duro de roer», afirma el economista.
El discurso de Trump: ¿estrategia de campaña o amenaza real?
Respecto a los intentos de Estados Unidos por bloquear el proceso de desdolarización, Gavazut advierte que la estrategia de Washington sigue siendo la de “trilladas sanciones económicas y comerciales, además de presiones diplomáticas” para evitar la expansión de los BRICS. Para él, el papel de los BRICS es fundamental en la “lucha por la soberanía económica de los pueblos”, subrayando que este bloque “representa un fenómeno de resistencia frente al imperialismo económico liderado por Estados Unidos”.
A pesar de los esfuerzos estadounidenses por mantener su hegemonía, el economista ve en la cumbre de Kazán un “paso firme hacia la construcción de un nuevo orden económico internacional”. Según Gavazut, Estados Unidos continuará tratando de obstruir este proceso, pero subraya que “los pueblos libres deben seguir adelante con la integración solidaria, sin caer en el chantaje de la élite financiera global”.
Según el analista, las recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles del 100% a los países que opten por la desdolarización, forman parte de la campaña presidencial de Trump y su estrategia para “reforzar su imagen de líder proteccionista y nacionalista”. Si bien no descarta que tales medidas puedan tener efectos en algunas economías, Gavazut advierte que su aplicación generalizada sería “contraproducente para la economía de EE.UU. y generaría tensiones innecesarias”, sobre todo con países como China, Brasil o India, miembros del BRICS.
«El imperialismo estadounidense teme perder el control sobre la economía mundial», afirma Gavazut.
Para él, este tipo de amenazas son reflejo de la desesperación de Estados Unidos ante la creciente consolidación del mundo multipolar. Aunque Trump busca capitalizar este discurso en su base electoral conservadora, Gavazut sostiene que “estas amenazas no son viables a largo plazo”, dado que el mundo está avanzando hacia nuevas formas de cooperación que trascienden el dominio del dólar.
Con respecto a la idea de si es posible avanzar en la idea de una moneda única de los BRICS, el experto advierte que no sería algo para ver en el corto plazo.
«Los países BRICS tienen economías y políticas monetarias muy diversas, lo que dificulta la creación de una moneda común en el estilo del euro. Sin embargo, lo que sí está más cerca de concretarse es un sistema de intercambio financiero alternativo al SWIFT, el cual ya está en marcha con la creación de redes como el MIR de Rusia o el CIPS de China. Si se expande y se integra entre los países BRICS, esto podría reducir significativamente la dependencia del dólar y del sistema financiero occidental», destaca.
Los BRICS y la desdolarización de Venezuela
La economía venezolana, que se ha visto afectada por años de sanciones y guerra económica, ha sido uno de los casos más paradigmáticos en el debate sobre la dolarización y desdolarización. Según Gavazut, la dolarización de facto en Venezuela fue una respuesta a la hiperinflación y a la pérdida de confianza en el bolívar, exacerbada por las sanciones económicas.
“Venezuela se dolarizó de facto como una respuesta a la hiperinflación”, explica el economista, quien también subraya que este fenómeno no es sostenible ni deseable para el país a largo plazo.
Para Gavazut, la desdolarización de la economía venezolana es factible, pero requeriría un esfuerzo sostenido para “estabilizar la inflación, generar confianza en el bolívar, y diversificar la economía”. El economista insta a un enfoque en el fortalecimiento de los sectores productivos como la agricultura y la tecnología, para reducir la dependencia del petróleo y las importaciones, y sugiere que el país debe aprovechar sus relaciones con los BRICS para avanzar en este proceso.
“La desdolarización es factible y necesaria para restaurar nuestra soberanía monetaria”, afirma Gavazut, quien ve en la cumbre de los BRICS una oportunidad crucial para que Venezuela pueda “romper con la dependencia del dólar” y construir una economía soberana.
“Venezuela debe aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece su relación con los BRICS para impulsar un desarrollo económico soberano, diversificado y socialista: Diversificar la economía y aumentar la producción nacional; Fortalecer la cooperación Sur-Sur y atraer inversiones; Aprovechar los mecanismos financieros alternativos, promoviendo el uso de monedas locales; Promover acuerdos comerciales en monedas locales: Incentivar acuerdos bilaterales con los países BRICS para realizar transacciones en monedas locales, lo que ayudará a fortalecer la economía interna, avanzando en la desdolarización al generarse una mayor confianza en el bolívar y la inclusión financiera de todos los sectores de la población”, concluye Gavazut.