Orban, que apoya al partido gobernante tras las más recientes elecciones, señaló en sus redes sociales que Georgia debe obtener ayuda para encaminarse a Bruselas.
«Visita oficial a Georgia después de las elecciones. Georgia es un estado conservador, cristiano y proeuropeo. En lugar de sermones inútiles, necesitan nuestro apoyo en su camino europeo», escribió en X tras los comicios legislativos que se celebraron el 26 de octubre.
El primer ministro húngaro llegó al aeropuerto de Tiflis, donde fue recibido por el viceprimer ministro, Leván Davitashvili, y la guardia de honor. Se reunirá el 29 de octubre con el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze.
Según los resultados oficiales publicados por la Comisión Electoral Central, el partido oficialista Sueño Georgiano ganó las elecciones parlamentarias por un amplio margen, con el 53,93% de los votos. Sin embargo, la oposición y parte de la población acusan que el escrutinio estuvo marcado por “irregularidades”.
Un día después del cierre de los colegios electorales, la presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, quien está enfrentada con el Gobierno desde hace meses, dijo que no reconoce los resultados y que el país ha sido víctima de una operación fraudulenta.
“Como última institución independiente, no puedo reconocer estas elecciones”, dijo Zourabichvili en conferencia de prensa el 27 de octubre.
En contraste, el mismo 26 de octubre y antes de que hubiera resultados oficiales, Orban felicitó en la plataforma X al primer ministro Kobajidze por su «aplastante victoria» en las elecciones parlamentarias.