Alexis Triana Hernández, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos: el alma rusa tiene mucho que ver con el alma Latina

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Habló sobre la importancia de las relaciones cinematográficas entre Cuba y los países BRICS

Alexis Triana Hernández, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. Se graduó de Periodismo en la Universidad de La Habana. Empezó su carrera como presidente de la Asociación Hermanos Saíz, el Centro de arte en Holguín.

Es fundador del Festival Internacional de Artistas y Promotores Culturales Romeríes de Mayo y vicepresidente del Festival Internacional de Cine Pobre en Gibara, un género de cine específico financiado por los propios medios de los participantes. Asimismo, fundó el Estudio Multimedial.

En una entrevista exclusiva con TV BRICS, habló sobre la importancia de las relaciones cinematográficas entre Cuba y los países BRICS, destacando el valor del talento humano y la resiliencia en la creación cinematográfica cubana.

Actualmente usted dirige el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, el ICAIC. ¿Podría explicarnos cómo funciona el instituto y cuál es su mission?

Tenemos ya 65 años de historia de cine. Nuestros fundadores eran jóvenes, apasionados. Habían estudiado cine en Italia y regresaron a Cuba y fundaron el Instituto de Cine de Cuba. Pues para nosotros es un honor, sencillamente, tener hoy la posibilidad de regir los destinos de nuestra industria cinematográfica, de articular el movimiento de cineastas, de productoras, de técnicos, que hoy son una fuerza muy pujante dentro de nuestra sociedad. Trabajamos con más de 65 productoras audiovisuales independientes.

Trabajamos con estudios profesionales de cine, estudios de animación, productoras estatales. Somos todo un conjunto de empresas, de entidades que el Instituto de Cine funciona como coordinador y gestor de esa política. Para nosotros, por tanto, hoy por hoy, producir, distribuir y exhibir cine, son tres retos que tenemos de cómo contemporaneizar esa labor.

¿Y qué actos se acompañaron a las celebraciones del aniversario del ICAIC?

Estamos desde marzo de este año en esta conmemoración de nuestro 65 aniversario. La ley de cine de Cuba, que fundó el Instituto de Cine, fue una de las leyes para la creación de nuestro instituto como una institución cultural, quizás la más importante desde aquel momento.

Llevamos por tanto todo un año conmemorando este primer aniversario con varios festivales nacionales e internacionales, buscando sobre todo poner en valor la obra de nuestros fundadores, tratando de homenajear a los técnicos, a los productores, a los cineastas que durante todo este tiempo continúan aportando a la industria de cine. Nuestros artistas no se retiran, no se jubilan, sino que continuamente están entregando a los más jóvenes, todas sus enseñanzas.

¿Y qué caracteriza al cine cubano contemporáneo?¿Qué tendencias destacaría usted en su desarrollo?¿Y qué temas prefieren abordar los directores de cine cubanos en sus obras?

Yo creo que hay un cine que problematiza su realidad social de un país que ha tenido que hacer de la resiliencia una de sus actitudes fundamentals. Somos una isla pero una isla rodeada de mar y, quizás su capital más importante ha sido el desarrollo del talento humano, su recurso humano, tenemos mentes brillantes, personas formadas de manera gratuita en nuestro sistema de enseñanza. Por eso nuestros deportistas, artistas, grandes científicos, recuerda siempre que somos un país que pudo hacer sus propias vacunas, sus científicos para resistir la COVID.

Eso es posible solo por ese recurso humano, solo por sus hombres y mujeres. De tal manera que si tú me preguntaras qué es lo ¿que más nos enorgullece de nuestro cine? es que sea capaz de poner en pantalla el mejor rostro de la patria.

¿Y qué temas del cine resultan más cercanos a usted personalmente?

Bueno, para mí realmente el cine de autor es muy importante. Yo soy, en lo personal, un amante del neorrealismo italiano. Son filmes que siguen marcando una época. Fellini, Pasolini, definitivamente marcaron a la generación que fundó el cine cubano.

Hoy hay muchas perspectivas nuevas, pero lo muy llamativo es como ellos, trabajando con el blanco y negro, fueron capaces de desafiar el plano, fueron capaces de buscar un discurso que no era comercial. Por eso es que todo aquello que sea diverso, que hable de identidades nacionales y que busque lo contemporáneo desde su propia cultura, a mí me es motivante. Me parece incluso que necesita todo el respaldo posible.

Rusia y Cuba históricamente tienen lazos fuertes en el ámbito del cine y el arte. Evalúe, por favor, el desarrollo de las relaciones entre nuestros países en el área cinematográfica en la actualidad. ¿Qué perspectivas ve usted?

Yo creo que tenemos que ser capaces de tocar a todas las puertas, así como hemos hecho con TV BRICS. Es decir, queremos que hay que restablecer esos canales de intercambio, que hay que hacer un esfuerzo extraordinario por regresar a los ochenta, a los años en que tuvimos de muy fluida una comunicación entre nuestros pueblos y gobiernos.

Hoy la comunicación política es la máxima, sin embargo no logramos todavía en el terreno cinematográfico el intercambio que caracterizó los años 60. El testimonio que dejó este cineasta ruso es quizás uno de los más hermosos, que yo pueda haber visto. Es un material que no teníamos, y es una prueba igual que la película “Soy Cuba”, igual que tantos filmes e incluso planos o biosecuencias que se consideran antológicas en la historia del cine.

Esto te demuestra cuántas posibilidades tenemos, cómo tenemos que volver de nuevo a rodar en Cuba y cómo nosotros estamos abiertos totalmente a la posibilidad de acompañarnos de manera mutual.

Y en su opinión, ¿qué une al cine cubano y ruso?

Nosotros somos personas orgullosas de sus culturas patrias, y son además multiculturales. El alma rusa tiene mucho que ver con el alma Latina, es pasional cuando un ruso te invita a su casa, o es tu amigo verdaderamente, lo es porque lo es, nada es falso. Si un ruso cree, es como el cubano cuando cree, no hay límites posibles.

¿Y cómo cree, que podrían aprender los directores de cine cubanos de los directores de cine rusos y viceversa?

Yo creo que hay una escuela de cine muy potente en ambos países. El cine cubano es muy interesante, no solamente en cuanto a su recorrido estético, a sus búsquedas, sino también a su sentido del humor. Podemos aprender mucho de cómo efectivamente, todo un nuevo cine ruso ha ido a la palestra, también cuestionado ante su realidad de la misma manera. Es decir, existen hoy muchos vasos comunicantes que nos relacionan, porque el siglo XXI, lo que se llama anglobalización, pues permite vernos a una rapidez que antes no sucedía.

Creo que no solamente hay que aprender en lo tecnológico, también hay toda una obra viva. Nosotros nos sorprendimos que en el fondo fílmico de Rusia, estuvieran más de 75 filmes cubanos preservados y cuidados como tesoros en enrollos de 35 milímetros. Hay algunas de esas cintas, de esos filmes que nosotros ya perdimos y sin embargo ahí estaban celosamente cuidados. Yo creo que estamos obligados a volver sobre nuestra propia historia, volver sobre nuestra propia gesta, beber en esa fuente para poder asumir el siglo XXI.

¿Y el ICAIC coopera con las instituciones especializadas similares de otros países de los BRICS?

Yo creo que tenemos que proponérnos. No somos miembros de los BRICS, pero admiramos mucho el empeño de los países que lo integran y estamos por tanto yendo a la India, hablando con Irán, conversando con varios de estos países que ya son miembros. Creemos que tenemos que intercambiar más en lo cinematográfico y en lo audiovisual, porque el mundo moderno permite intercambiar contenidos, y yo creo que tiene que ser un empeño y mi administración así se lo está proponiendo.

¿Y cuáles películas de otros países resuenan más en el público cubano?

Yo creo que la cinematografía de la India es hoy muy apreciada, incluso de Bollywood. Nosotros tenemos espacios semanales en la television que proyectan estas películas, pero también del cine más experimental chino, indio, ruso. Es decir, el público cubano es un público amante del cine.

En los festivales de cine se abarrotan los cines como en pocos países en el mundo. Y lo hacen por la expectativa de ver más y mejor cine. Para nosotros es muy importante recibir esta cinematografía, intercambiar con ella y de hecho, y ratifico que tenemos abiertas las puertas de nuestros cines para ella.

¿Y qué aspectos de cooperación cinematográfica entre Cuba y los países BRICS aún no ha sido desarrollados, pero tienen un gran potencial?

Yo creo que hicimos un primer paso cuando firmamos un convenio con TV BRICS de intercambio de contenidos. Nosotros aspiramos en próximos días a cerrar un convenio muy importante con Irán y con la India, pero creemos que hay otros países de los BRICS que pueden estar dispuestos e interesados.

La entrevista completa puede ser vista aquí.

Fotografía: TV BRICS

Fuente: tvbrics.com

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