«Los países miembros de la OCS condenan enérgicamente los ataques a las instalaciones militares de la República Islámica de Irán del 26 de octubre de 2024», indica el comunicado de la organización publicado en su cuenta de la red social Telegram.
Se mostraron también preocupados por la escalada en Oriente Medio que puede «provocar una amenaza real a la paz mundial, seguridad y estabilidad».
En este contexto, los países de la organización instaron a tomar medidas efectivas para estabilizar la situación en la región por la vía política y diplomática con respeto a las normas del derecho internacional.
El pasado 1 de octubre Irán lanzó decenas de misiles contra el territorio de Israel, en lo que el presidente iraní, Masud Pezeshkián, calificó como una respuesta legítima «en aras de la paz y la seguridad de Irán y la región». La única víctima mortal de la que informaron algunos medios es un palestino en territorio de Cisjordania.
El ataque siguió a ofensivas aéreas y terrestres de Israel contra el movimiento chií libanés Hizbulá, en el que Teherán ve una de las piezas clave de su Eje de resistencia contra el Estado hebreo en Oriente Medio.
En la madrugada del 26 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron ataques de precisión contra objetivos militares en Irán en respuesta a los bombardeos iraníes efectuados a principios de mes.
Las FDI precisaron que el principal objetivo del ataque fueron las instalaciones donde se fabrican los misiles que Irán ha disparado contra territorio israelí en lo que va del año.
Las fuerzas de defensa aérea de Irán denunciaron que Israel atacó varios centros militares en las provincias de Teherán, Juzestán e Ilam, causando daños limitados. Más tarde, se informó sobre la muerte de cuatro militares iraníes en los ataques.