El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció este miércoles que la situación en la Franja de Gaza se ha vuelto alarmante, especialmente para los recién nacidos, quienes han sido severamente afectados por los constantes ataques israelíes a hospitales.
Según un informe de Unicef, al menos 4.000 bebés han quedado sin acceso a atención médica, hecho de suma gravedad, que pone en riesgo sus vidas en un contexto de creciente asedio militar de los ocupantes israelíes.
La organización de la ONU destacó que los recién nacidos que dependen de incubadoras y cuidados intensivos están completamente vulnerables, ya que su supervivencia depende de la atención médica especializada que se ha visto gravemente comprometida.
The Kamal Adwan Hospital in northern #Gaza has become a besieged war zone. The last neonatal intensive care unit (NICU) remaining in the north has been damaged in heavy attacks in recent days.
In the past year, 4,000 babies have been cut off from lifesaving newborn care because… pic.twitter.com/jLZB5PrWUT
— UNICEF MENA – يونيسف الشرق الأوسط وشمال إفريقيا (@UNICEFmena) November 6, 2024
En ese sentido, resaltó que «cualquier recién nacido que luche por mantener la respiración desde el interior de una incubadora hospitalaria está totalmente indefenso y depende por completo de cuidados y equipos médicos especializados para sobrevivir».
Unicef señaló que en Gaza el sistema de salud está prácticamente incapacitado, como consecuencia de los contantes bombardeos del ejército de ocupación, la falta de combustible y los cortes de electricidad.
La directora regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, Adele Khodr, alertó sobre el estado crítico del hospital Kamal Adwan, donde la unidad de cuidados intensivos neonatales ha sufrido daños significativos.
Khodr expresó que el Kamal Adwan, en el norte de Gaza, «se ha convertido en una zona de guerra asediada. Su unidad de cuidados intensivos neonatales, la última que queda en el norte, ha resultado dañada en los intensos ataques de los últimos días».
La escasez de suministros médicos, como oxígeno y agua, ha ocasionado que muchos de los menores que recibían tratamiento en ese centro de salud hayan perdido la vida o terminaran heridos por los bombardeos.
Además, la falta de alimentos nutritivos ha contribuido a un aumento en los nacimientos prematuros, lo que agrava aún más la crisis.
En Gaza, la situación es tan crítica que tanto los recién nacidos como los niños enfermos están perdiendo la vida en condiciones inhumanas, lo que plantea serias preguntas sobre la respuesta de la comunidad internacional ante esta tragedia.