Durante la 21° reunión anual del Club Internacional de Debate Valdai, el presidente ruso Vladimir Putin declaró que un orden mundial completamente nuevo está emergiendo, diferente a los sistemas históricos de Westfalia o Yalta, caracterizado por el surgimiento de nuevas potencias y pueblos más conscientes de su identidad y objetivos de desarrollo.
«Se acerca la hora de la verdad. El viejo orden mundial ha desaparecido irrevocablemente», afirmó Putin, destacando que la actual lucha no se trata simplemente de poder o influencia geopolítica, sino de «un choque de los principios mismos sobre los que se construirán las relaciones de los países y los pueblos en la próxima etapa histórica».
El mandatario ruso enfatizó que el resultado de esta transformación determinará si la comunidad internacional podrá trabajar conjuntamente para construir un sistema que permita el desarrollo de todos, resolviendo las contradicciones «sobre la base del respeto mutuo de las culturas y civilizaciones sin coerción ni uso de la fuerza».
En un mensaje conciliador hacia Occidente, Putin subrayó que «Rusia no percibe la civilización occidental como un enemigo» y no plantea la dicotomía de «nosotros o ellos». «No queremos enseñar nada a nadie, imponer nuestra visión del mundo a nadie», agregó.
Putin reconoció que «Occidente ha acumulado enormes recursos humanos, intelectuales, culturales, materiales», pero sostuvo que esto lo convierte en «uno de los elementos más importantes del sistema mundial», no en el único. Según el presidente ruso, cuando «Washington y otras capitales occidentales comprendan y reconozcan este hecho irrefutable e inmutable», será posible comenzar la verdadera construcción de un sistema mundial adaptado a los desafíos futuros.