José Negrón Valera (Sputnik).— «La juventud es el alma y la garantía de la Revolución Bolivariana. Nosotros, los jóvenes nacidos en esta tierra, somos los herederos de una historia de lucha, y tenemos la responsabilidad de hacerla perenne», sostiene.
Su voz expresa convicción y energía, reflejo del compromiso que asume como representante de una generación que, según sus palabras, «no puede ser una generación frustrada».
La ministra Colmenares subrayó que la juventud venezolana debe ser, ante todo, protagonista de una «revolución cultural y espiritual», que rechace los valores del individualismo y fomente la solidaridad, la conciencia social y la defensa de la patria. Esta responsabilidad, que implica una lucha directa contra el fascismo, se traduce en políticas diseñadas para fortalecer la salud mental de los jóvenes, el activismo en el poder popular y la conexión con movimientos internacionales antifascistas.
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Un proyecto de vida que trasciende al individuo
En el centro de las iniciativas de la Revolución Bolivariana para la juventud, Colmenares coloca la tarea de «conmover a la mayoría de la juventud venezolana, conectarla con su proyecto de vida y con el proyecto de nación».
La ministra destaca también que el reto es que los jóvenes integren sus aspiraciones personales en un marco colectivo, en un proyecto de vida que no solo se enfoque en logros individuales, sino que esté «imbuido de los valores de la patria». Para ella, el desafío reside en mostrar a los jóvenes que su rol es indispensable en la construcción de la Venezuela del futuro, una visión respaldada por un programa estatal que rechaza el individualismo y el aislamiento.
«Nos enfrentamos al fascismo en todas sus formas, no solo como un sistema opresivo, sino como una ideología que intenta dividirnos, aislarnos y convencernos de que estamos solos», afirma Colmenares.
Frente a esta amenaza, la juventud venezolana, según la ministra, debe ser ejemplo de «solidaridad, compañerismo y compromiso con la comunidad». Por ello, asegura que el fascismo, en su versión actual, se presenta en el ámbito digital, manipulando a los jóvenes mediante el ciberacoso y la hostilidad en las redes sociales.
Resistencia al ‘ciberfascismo’ y ‘tecnofascismo’
La ministra Grecia Colmenares subraya que las juventudes venezolanas han sido blanco de estrategias de manipulación digital, las cuales describió como «ciberfascismo y tecnofascismo». Según la ministra, estos métodos se implementan a través de campañas de acoso en redes sociales, intentos de socavar la moral juvenil y ataques directos que pretenden sembrar el desánimo y la desesperanza.
«Muchos de nuestros jóvenes recibieron amenazas, acoso y violencia en la virtualidad y también en sus propias comunidades», denuncia Colmenares, quien relata cómo el «terrorismo puro» fue aplicado contra los jóvenes militantes para disuadir su participación en las recientes elecciones.
Para contrarrestar estos ataques, el Ministerio del Poder Popular para la Juventud ha implementado un enfoque basado en la «resistencia digital» y en una serie de programas de formación y defensa digital. «Es fundamental que la juventud comprenda que la acción colectiva es la clave para enfrentar este tipo de agresiones y preservar su espacio en el futuro de la nación», enfatiza la ministra.
Salud mental como prioridad: el programa ‘Siempre Juntos’
En paralelo a la lucha política y cultural, la ministra Colmenares explica que la salud mental se ha convertido en una prioridad del Gobierno venezolano. A través del programa Siempre Juntos, una de las iniciativas más recientes de la Gran Misión Venezuela Joven, el Ministerio ha puesto en marcha servicios de atención psicológica para los jóvenes, desde consultorios permanentes hasta una línea telefónica de primeros auxilios psicológicos. «Es un compromiso que adquirimos, pues entendemos que la salud mental de nuestros jóvenes es una de las mayores garantías para que puedan desarrollar una vida plena y productiva», asegura Colmenares.
El programa cuenta con psicólogos y psiquiatras que ofrecen sus servicios de manera voluntaria, y se han habilitado consultorios en varios puntos de Caracas con miras a extender el alcance de esta red a nivel nacional. Además, se llevan a cabo talleres y conferencias sobre temas de salud mental y herramientas de manejo emocional para fortalecer el bienestar colectivo. Según la ministra, «la Organización Mundial de la Salud ya ha advertido sobre el impacto que la ansiedad tendrá en el futuro, y Venezuela, bajo la orientación del presidente Nicolás Maduro, ha optado por enfrentar este problema desde ya».