El informe Brizas de hierba en las grietas, sobre pobreza y exclusión social, elaborado por el organismo pastoral de la Iglesia católica Caritas, apunta que, en los últimos 10 años, se registró un aumento ininterrumpido de familias italianas que padecen esa situación, que ya suman dos millones 217 mil, un 8,4 por ciento de los hogares.
La cantidad de pobres absolutos pasó de 6,9 por ciento en 2014 a 9,7 puntos porcentuales del total de los habitantes de esta nación, en 2023, y uno de los datos más preocupantes se refiere a la incidencia de este problema en las zonas norteñas, las más industrializada y ricas del país, donde los desfavorecidos crecieron en el 97,2 por ciento.
A nivel nacional el aumento en la década fue de 28,6 por ciento en las zonas centrales y de 12,1 puntos porcentuales en las del sur y la incidencia porcentual sigue siendo aún más pronunciada en la parte meridional, con un 12 por ciento, frente a 8,9 puntos porcentuales en las septentrionales.
El análisis, publicado en el sitio oficial de Caritas Italia, subraya que un 34 por ciento de las personas que crecieron en familias pobres siguen en condiciones financieras precarias, por lo que la denominada pobreza hereditaria constituye un círculo vicioso que afecta al 20 por ciento de los adultos.
También está aumentando a un ritmo preocupante la pobreza entre quienes trabajan, y alcanzó el ocho por ciento a fines de 2023, para un sustancial incremento respecto a los 7,7 puntos porcentuales registrados el año anterior.
Un millón y medio de familias viven en hogares hacinados, con poca luz y sin servicios, como los de agua corriente, y un 5,0 por ciento de los hogares tiene dificultades para pagar las cuotas de la hipoteca, o el alquiler y las facturas.
Ante esta grave situación, Caritas subraya en su estudio la necesidad de una mayor intervención gubernamental, y lamenta que, por el contrario, en los últimos años se redujo a la mitad el número de personas beneficiadas por dos nuevas medidas nacionales de apoyo a la pobreza.
Suman 697 mil 640 las familias que reciben la Asignación de Inclusión (ADI), pero 331 mil hogares pobres quedaron sin apoyo, al eliminarse la denominada Renta de Ciudadanía, muchas de los cuales se encuentran en el Norte.
Por otra parte, otro de los planes, relacionado con el apoyo a la formación y al empleo, tiene un impacto reducido, con pocas personas involucradas y cursos de tres o cuatro meses de duración, por lo que se recomienda ampliar la cobertura de ambas medidas, con una simplificación del acceso a las mismas.
Se propone además en ese documento, el “restablecimiento de un sistema de apoyo universal y continuo, que evite la exclusión de tantas personas que viven en la pobreza absoluta” en Italia.