La rueda de prensa del ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, tras dos días de trabajo en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, arrancó con sorpresa para la diplomacia rusa. Junto con los periodistas acreditados, en la sala se coló una corresponsal de Sky News que no estaba invitada.
Media hora antes del inicio previsto del evento, la representante de la cadena británica se sentó en una de las últimas filas con un micrófono en las manos, esperando. Pero fue detectada por sus colegas rusos. Al darse cuenta de que ya no iba a pasar por una de los ‘suyos’, la reportera se acercó a la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, y se presentó.
Sin echar a la periodista en ese instante, Zajárova decidió resolver el inconveniente de forma diplomática, y planteó la pregunta ante los periodistas rusos. «Colegas, les pido que voten. Dejo en sus manos la decisión sobre un asunto importante. Una periodista de Sky News quiere participar en nuestra rueda de prensa. Todos sabemos cómo tratan a los periodistas rusos en Occidente. A ustedes les corresponde decidir si le permiten asistir a la rueda de prensa de Serguéi Víktorovich o si se lo niegan», declaró.
Después de varios segundos de silencio, todos levantaron las manos, expresando el deseo unánime de permitirle quedarse. La reportera extranjera había preparado una pregunta sobre el ataque nocturno con misiles ATACMS contra blancos en la provincia rusa de Briansk, según pudo confirmar un corresponsal del diario ruso KP, que lo vio en el celular de la periodista.
No pareció importarle que un periodista ruso ya le había hecho la misma pregunta al ministro de Exteriores ruso, que ofereció una respuesta detallada. Cuando Lavrov se dirigió hacia la salida, la reportera de Sky News se lanzó hacia adelante para cortarle la salida, con el teléfono móvil preparado. Los guardias de seguridad hicieron su trabajo de inmediato, apartando a la mujer. El canciller ruso, por su parte, no repitió la respuesta específicamente para el rotativo británico.
