Javier Martorell (Unidad y Lucha).— Recientemente se ha celebrado en Madrid la Asamblea General de Alternativa Sindical de Clase (ASC), durante el fin de semana del 26 y el 27 de septiembre. Desde que en 2021 diversas organizaciones sindicales se unieran en la creación de ASC, convencidas de la necesidad de fortalecer el sindicalismo de clase y tras un largo bagaje de trabajo conjunto, este sindicato ha destacado por un continuo crecimiento e influencia entre los trabajadores y las trabajadoras de muy diversos sectores. Comunicaciones, transportes, tecnología, hostelería, seguridad privada, sector financiero, etcétera, cuentan ya con la presencia activa de esta organización.
Esta Asamblea General ha sido reflejo de dicha fortaleza, con la participación de más de un centenar de delegados y delegadas. Los debates que se fueron dando, en ocasiones con discusiones de fondo, mostraron una amplia mayoría de la organización que avaló el avance durante este periodo y reforzó la continuidad del proyecto, sacando adelante unos documentos y una nueva dirección que permanece fiel al proyecto sindical de clase y a su compromiso con la Federación Sindical Mundial (FSM). ASC es un sindicato que solo se financia con las cuotas de su afiliación y a través de sus propias iniciativas económicas, negándose a recibir subvenciones o prebendas del Estado y de la empresa; un sindicato que rechaza la figura del liberado sindical a sueldo; un sindicato que lucha contra los EREs, los ERTEs, las prejubilaciones y cualquier otra estrategia a favor de reducir empleo y de ahondar en la precariedad del pueblo trabajador, principalmente de la juventud y de nuestros mayores; una organización, en definitiva, que rompe con el paradigma pactista y entreguista a los intereses del Capital que defienden, desde hace ya muchas décadas, los grandes sindicatos mayoritarios.
Analizando estas prácticas, así como otros aspectos que reflejan los documentos emanados de la Asamblea, se comprueba cómo en ASC se reflejan algunas de las principales reflexiones del PCPE en torno a lo que debe ser el carácter de clase en el sindicalismo. Denominarse “de clase” no puede suponer algo que caiga en la retórica, ese carácter se adquiere con la experiencia práctica de la intervención en el centro de trabajo y en los frentes, imprimiendo en cada reivindicación y en cada lucha el objetivo de emancipación de clase frente a los intereses del explotador, que no son otros que los intereses del Capital. La actividad sindical no puede darse exenta de ideología, son los valores del socialismo, del internacionalismo proletario y de la solidaridad de clase los que deben suponer el pilar fundamental de cualquier organización sindical que se denomine como tal.
Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) no podemos más que saludar esta Asamblea; un sindicalismo que avance y luche con posiciones de clase es imprescindible en el proyecto de unidad de los trabajadores y las trabajadoras frente al Capital y su dictadura.
Tal y como reflejan nuestros documentos, desde el PCPE ahondamos en la necesidad del impulso y la intervención, de manera organizada, de la militancia comunista en aquellas estructuras del movimiento obrero y sindical que abunden en la unidad de clase, convencidos de que ello será cimiento imprescindible en la reorganización de las y los trabajadores, en la ruptura del pacto social, en la unidad obrera y en la materialización del Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS). Se torna por tanto fundamental la permanencia activa de los y las comunistas en estos sindicatos, organizada desde las células y persiguiendo los objetivos marcados, así como la creación de células de empresa y el fomento de los Comités para la Unidad Obrera (CUO), expresión máxima de la unidad de acción en las luchas concretas. Todo ello supone un conjunto que, a grandes rasgos, suman la propuesta del PCPE en el Movimiento Obrero y Sindical.
Adelante en el fortalecimiento del sindicalismo de clase y combativo, elemento imprescindible para la lucha de clases