«No nos hemos comunicado», indicó Narishkin a Sputnik.
Previamente, la oficina de prensa del SVR señaló que el Oreshnik hizo saltar las alarmas en la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas.
En noviembre pasado, Ucrania atacó por primera vez con misiles de largo alcance estadounidenses Atacms y los británicos Storm Shadow instalaciones en el territorio internacionalmente reconocido de Rusia, en las provincias de Kursk y Briansk. El ataque con misiles Storm Shadow en la provincia de Kursk causó muertos y heridos en un puesto de mando del grupo de tropas Norte.
En respuesta al uso de armas occidentales, el 21 de noviembre Rusia lanzó un ataque combinado contra una empresa de la industria militar de Ucrania, probando un nuevo misil balístico de alcance intermedio, el Oreshnik, en configuración hipersónica sin armas nucleares.
En una alocución televisada, el presidente Vladímir Putin advirtió de que Rusia decidirá sobre un mayor despliegue de misiles de mediano y corto alcance y fijará los blancos a destruir durante los ensayos adicionales de esas armas «en función de las acciones de EEUU y sus satélites».
Al día siguiente, Putin avanzó que el Oreshnik se comenzará producir en masa y se incorporará a las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia. El 12 de diciembre, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, destacó que Moscú entregará misiles Oreshnik a Minsk en la segunda mitad de 2025 y ordenó garantizar su despliegue.