Además de las difíciles condiciones sociales y económicas, los habitantes de las zonas montañosas del interior de Marruecos deben hacer frente también a la ola de frío de estos días, que agrava su miseria, en particular debido al aumento del precio de la leña para calefacción.
En esas regiones, azotadas por nieves y ventiscas, el combustible es vital y las poblaciones suelen tener dificultades para obtenerlo ante la gran demanda y los precios fuera del alcance de muchas familias.
Los precios de la leña han experimentado un claro aumento con la llegada de la temporada invernal, empeorando considerablemente la situación de las familias de estas zonas que presentan uno de los índices de pobreza más elevados de Marruecos.
El invierno es especialmente duro para los habitantes de estas regiones, especialmente para los escolares cuyas aulas no tienen calefacción. Además, cientos de escuelas cierran con cada ola de frío que azota estas regiones, penalizando a miles de estudiantes ya maltratados por las pésimas condiciones de vida.
Algunos explican el aumento de los precios de la leña por el aumento de los costes de producción y transporte, aunque las poblaciones afectadas acusan a los comerciantes de especular con la leña.
Las poblaciones rurales están obligadas a dedicar una parte importante de sus ingresos a la compra de leña. La madera representa una fuente esencial de energía para muchos hogares en esas regiones donde el acceso a otras formas de energía es limitado y costoso.