Javi Delgado (Unidad y Lucha).— Lo primero: hay que señalar directamente a los explotadores:
Mercadona, Ikea, Amazon, Glovo, Uber eats, Inditex, Coca Cola, KFC, DHL, Carrefour, Consum, Druni, Tagliatella, Correos, SEUR, son algunas de las empresas que han recibido duras críticas en redes sociales a los pocos días del paso de la DANA por Valencia. Pusieron en peligro a sus plantillas y en algunos casos trabajadores y trabajadoras terminaron muriendo.
Obligaron a sus plantillas a acudir a trabajar en medio de la alerta por inundaciones. Muchos de estos empresarios pusieron la vida de sus trabajadores y trabajadoras en peligro. Furgones de reparto atrapados en medio de las riadas, personal durmiendo en almacenes por no poder salir de sus centros de trabajo por las inundaciones, trabajadores y trabajadoras en su desempeño sin tener los móviles encima y por tanto sin poder recibir noticias de la situación de la emergencia. Empresas negándose a que sus empleados abandonasen su puesto antes de la hora prevista para que se pusieran a salvo, o en otros casos obligando a acudir a los turnos de tarde y noche, en lo peor de la emergencia, con el consiguiente peligro para sus vidas.
Pero, ¿Qué dice la Ley? ¿Cómo actuar?
Ante una situación de riesgo calificada como «grave e inminente»1, la ley no sólo obliga al empresario a tomar todo tipo de medidas preventivas, sino que, además, reconoce el derecho de los trabajadores/as a paralizar el trabajo. LPRL, art. 21.
Este derecho puede ejercerse de tres formas:
- El propio trabajador/a interrumpe su actividad y abandona el lugar de trabajo porque considera que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente.
- Los representantes de los trabajadores/as por mayoría deciden paralizar la actividad porque consideran que el empresario no cumple con sus obligaciones de informar lo antes posible y de adoptar todas las medidas para evitar la exposición.
- Los Delegados/as de Prevención acuerdan la paralización por mayoría cuando, en el caso anterior, no dé tiempo a reunirse el Comité de Empresa.
Y entonces aparecieron los salvoconductos.
Otra vuelta de tuerca más. La Generalitat Valenciana dando salvoconductos a algunas empresas (Mercadona, Consum, Aldi y Lidl, entre otros) para obligar a sus plantillas a acudir al trabajo.
Al igual que ocurrió con la gestión de la pandemia de Covid, cuando se dan estos episodios de alerta máxima podemos ver con una mejor perspectiva el verdadero funcionamiento del capitalismo.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey declaró «No hay salvoconducto que valga para poner en peligro la vida de las personas trabajadoras (…) Esas empresas, aunque tengan salvoconductos, van a ser investigadas por la inspección en la medida en que estén obligando a sus trabajadores a acudir a los puestos de trabajo en circunstancias que no sean seguras y que puedan comprometer su integridad”.
Inspección de Trabajo ha abierto más de 100 expedientes a empresas por no primar la seguridad de sus empleados durante la DANA.
Visto lo visto, ¿que nos toca hacer a los trabajadores y trabajadoras más conscientes?
Seguir denunciando este sistema, seguir organizando a nuestra clase, seguir formando a los representantes de los trabajadores, aprender de este episodio, mostrar la verdadera cara de este capitalismo del siglo XXI, el que tenemos aquí y ahora, el que por seguir acumulando riquezas pone en peligro la vida de la clase trabajadora. La única clase que genera la riqueza.
Toca seguir explicando que la clase obrera, cuando se organiza, demuestra, hoy en la DANA y ayer en la pandemia de COVID, que es la única que salva al pueblo.
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[1] https://istas.net/salud-laboral/marco-normativo/riesgo-grave-o-inminente