Jorge Vera Castillo* (cooperativa.cl).— Hace ya 14 años, en propias entrañas del capitalismo salvaje -estando ya en su actual fase accionaria, especulativa, financiera y neoliberal-, el economista británico James O’Neill, de Goldman Sachs, era entrevistado en Nueva York, en noviembre de 2010, habiendo ya acuñado en el 2001 la expresión «Bric», para referirse a Brasil, Rusia, India y China.
En respuesta a una penúltima pregunta, el mismo se interrogaba: «¿Pueden los países Bric ayudar a rebalancear la economía?». Y él se respondía: «Ya lo están haciendo de una forma tremenda. Los Bric son cada vez más el centro de la economía mundial. En esta década, su PIB combinado llegará a ser tan grande como el de EE.UU., llegando a alrededor de US$ 18 billones, posiblemente en 2018. Es probable que se vuelvan cada vez más importantes para todos los mercados». Muchos lo soslayaron u optaron por no considerar sus proyecciones.
Lo anterior, sintetizado y visualizado ya en el 2010, demuestra que algunas mentes serenas, analíticamente, contrarrestan las habituales arrogantes, patéticas y ridículas afirmaciones provenientes del Occidente colectivo, en las esferas de la economía mundial y de la arena internacional, así como respecto a las verdaderas tendencias y correlaciones de fuerza, con constantes autoengaños, mentiras y tergiversaciones de cifras, datos, hechos y realidades.
Ahora, estando ya casi a fines de 2024, podemos en retrospectiva, y con perspectiva válida, adentrarnos en la temática de los BRICS y BRICS+, teniendo una mirada de confianza para la edificación de un mundo multipolar y la democratización de las relaciones internacionales, con una paz duradera, en esta época de cambios cardinales; y fortalecida en la bella ciudad rusa de Kazán -a orillas del río Volga, en la confluencia con el río Kazanka, urbe de grandes aprendizajes arquitectónicos, culturales, educacionales, humanísticos, idiosincráticos, lingüísticos y multiétnicos imborrables-, reciente sede de la XVI Cumbre del influyente, innegable y nuevo agrupamiento de 10 países miembros, y más 13 países socios, invitados por consenso, su metodología de funcionamiento para la adopción de acuerdos.
La XVI Cumbre, desarrollada del 22 al 24 de octubre de 2024, tuvo como tema central el «Fortalecimiento del Multilateralismo para un Desarrollo y una Seguridad Globales Justos», con un muy elaborado programa de actividades consensuado entre sus 10 países miembros, y cumplido disciplinada, estricta y exitosamente en sus tres jornadas. Lo anterior, mereció la gratitud de todos los asistentes y participantes hacia el pueblo y el gobierno de la Federación de Rusia, como país anfitrión, en su rol de presidencia pro tempore de los BRICS.
La Declaración de Kazán, dada a conocer en pleno desarrollo de la XVI Cumbre, es extensa y tiene 134 párrafos, en sus 33 páginas de contenidos. Su preámbulo está en los primeros cinco párrafos, y después con cuatro grandes secciones temáticas: Fortalecimiento del Multilateralismo para un Orden Mundial más Justo y Democrático; Mejorar la Cooperación para la Estabilidad y la Seguridad Global y Regional; Fomento de la Cooperación Económica y Financiera para un Desarrollo Global y Justo, y, Fortalecimiento de los Intercambios entre Personas para el Desarrollo Social y Económico.
Así, este muy trascendente documento debe analizarse, conocerse, difundirse y estudiarse detenida y exhaustivamente por parte de interesados y especialistas, y por quienes aspiren a debatir y fundamentarse con prolijidad y rigurosidad analíticas. No es para «comentaristas» apresurados e ignorantes, o «seudo» expertos, y/o creadores contumaces de desinformación.
Además, es dable destacar que el día de término de la XVI Cumbre estuvo centrado y dedicado a una sesión plenaria creada por iniciativa y propuesta de la Federación de Rusia, denominada BRICS Outreach/BRICS Plus, bajo el lema BRICS y el Sur Global: Construyendo juntos un mundo mejor, con 32 países invitados de África, América Latina, Asia, Europa y Oriente Medio, quienes han expresado interés para llegar a ser BRICS.
La mayoría de dichos países pertenece a otros organismos internacionales -algunos de antigua data y/o emergentes, de este siglo XXI-: Unión Africana (UA); APEC; Organización para la Cooperación Islámica (OCI); Organización de Cooperación de Shanghái (OCS); CELAC; Comunidad de Estados Independientes (CEI), y, Unión Económica Euroasiática (UEE), entre otros. Son los llamados Mercados Emergentes y Países en Desarrollo (EMDC, por su sigla en inglés). Y en primer rango, los 13 seleccionados con «Categoría de País Socio del BRICS».
En este proceso, se instalan cimientos de la edificación de un mundo multipolar y se avanza, inexorablemente, hacia la democratización de las relaciones internacionales, con pueblos de estos países: Sin agresiones ni amenazas; sin bloqueos ni sanciones; sin dobles raseros; sin hegemonismos ni injerencismos en sus asuntos internos; sin medidas coercitivas unilaterales ilegítimas; con respeto a las soberanías nacionales; con equilibrio de intereses estratégicos legítimos; valorando la autodeterminación y la no intervención; preservando las diferencias culturales, étnicas y religiosas; con necesaria seguridad indivisible para todos y cada uno, y, sin un supuesto ‘orden mundial basado en reglas’, no conocidas, ni definidas ni identificadas.
Lo destacaron ya en el Preámbulo de la Declaración: «Reafirmamos nuestro compromiso con el espíritu BRICS de respeto y comprensión mutuos, igualdad soberana, solidaridad, democracia, apertura, inclusión, colaboración y consenso. Al construir sobre 16 años de Cumbres BRICS, nos comprometemos aún más a fortalecer la cooperación en el BRICS ampliado bajo los tres pilares de la cooperación política y de seguridad, económica y financiera, cultural y entre los pueblos, y a mejorar nuestra asociación estratégica en beneficio de nuestros pueblos a través de la promoción de la paz, un orden internacional más representativo y justo, un sistema multilateral revigorizado y reformado, el desarrollo sostenible y el crecimiento inclusivo».
Pero los países BRICS no están, para nada, ajenos a la actual compleja arena internacional. Sí están inmersos plena y propositivamente en todas las instancias multilaterales actuales, donde se expresan coincidente y conjuntamente con sus propios estilos diplomáticos y sus puntos de vista sinceros y singulares, cada cual con sus énfasis y en sus responsabilidades.
Así, en la declaración los BRICS sostienen: «Reconociendo la Declaración de Johannesburgo II de 2023, reafirmamos nuestro apoyo a una reforma integral de las Naciones Unidas, incluido su Consejo de Seguridad, con miras a hacerla más democrática, representativa, eficaz y eficiente, y aumentar la representación de los países en desarrollo en la composición del Consejo para que pueda responder adecuadamente a los desafíos mundiales imperantes y apoyar las aspiraciones legítimas de los países emergentes y en desarrollo de África, Asia y América Latina, incluidos los BRICS, de desempeñar un papel más importante en los asuntos internacionales, en particular en las Naciones Unidas, incluido su Consejo de Seguridad».
Y en conexión con temas de alcance global, en debate y elaboración, se señala: «Reconocemos el papel fundamental de las mujeres en el desarrollo político, social y económico. Subrayamos la importancia del empoderamiento de las mujeres y su plena participación sobre la base de la igualdad en todas las esferas de la sociedad, incluida su participación activa en los procesos de toma de decisiones, incluso en puestos de responsabilidad, que son fundamentales para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz. Reconocemos que la iniciativa empresarial inclusiva y el acceso de las mujeres a la financiación facilitarían su participación en las iniciativas empresariales, la innovación y la economía digital».
Aspecto insoslayable en el análisis, conocimiento y estudio de los BRICS -desde su creación institucionalizada, en junio 2009, hasta sus dos etapas de ampliación, la primera con esa S de Sudáfrica, en diciembre de 2010, y la segunda, desde el 1 enero de 2024, con la República Islámica de Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita* y Emiratos Árabes Unidos-, se encuentra en tercera área temática de la Declaración de Kazán, Fomento de la Cooperación Económica y Financiera para un Desarrollo Global y Justo.
Y allí aparece una creación institucional de cardinal importancia estratégica para los BRICS, y ahora para sus países socios: el Nuevo Banco del Desarrollo (NDB, por su sigla en inglés), desde julio de 2015, y con su actual sede en Shanghái, y cuya presidencia es ejercida por la economista y muy destacada política expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, reconfirmada en su cargo, prolongando su actual período, a propuesta del presidente Vladímir V. Putin, en acuerdo con restantes miembros del BRICS. Y, además, tenemos muy presente que al 2024, el NDB cuenta con cinco miembros adheridos, desde 2021: Argelia, Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y la República Oriental del Uruguay.
Es oportuno dejar constancia de algunas cifras de los 10 países BRICS, para considerarlas, desde ya, en análisis más profundizados y con proyección, hacia 2050, creando el futuro:
- Población: BRICS, el 45% de la población mundial = aprox. 3.700 millones de habitantes
- Superficie: BRICS = 45,8 millones de km2, suman los territorios de estos países
- PIB en total: BRICS = + USD 36 billones = aprox. 36% PIB mundial; países G7 con el 29%
- Petróleo: BRICS, con sus nuevos miembros, cuota en la producción mundial = 43%
- Tasa media de crecimiento PIB: en países BRICS oscilará entre 189% y 205%, para el año 2050; proyección para países G7 es del 50% (según misma fuente, Goldman Sachs)
- Comercio mundial: países BRICS representan actualmente solo un desafiante 25%
- Proyección cuota en la economía mundial: países BRICS, a 2024 = 42,3% (según el FMI).
Y es dable conocer, desde ahora, los 13 países socios del BRICS invitados a serlo, los que en próximos meses deben confirmar su interés para una pertenencia efectiva, soberanamente, en acuerdo a sus normas constitucionales y legislativas nacionales. Ya una apreciación de la situación geográfica y/o histórica, de cada uno de ellos, es relevante estratégicamente:
- Argelia: país norafricano; excolonia francesa, Estado miembro UA, OCI y Liga Árabe
- Nigeria: país africano occidental; excolonia británica, Estado miembro UA y CEDEAO
- Uganda: país de África Oriental; excolonia británica, Estado miembro UA y OCI
- Bielorrusia: república exsoviética; Estado miembro CEI, OCI, OTSC y UEE
- Kazajistán: república exsoviética; Estado miembro CEI, OCI, OTSC, OCS y UEE
- Uzbekistán: república exsoviética; Estado miembro CEI, OCI y OCS
- Estado Plurinacional de Bolivia: país suramericano; Estado miembro CELAC y ALBA-TCP
- República de Cuba: país caribeño; Estado miembro CELAC y ALBA-TCP
- Türkiye: país asiático/europeo; Estado miembro OTAN, OSCE y OCI
- República Socialista de Vietnam: país sudeste asiático; Estado miembro APEC y ASEAN
- Indonesia: país asiático; Estado miembro OCI, APEC y ASEAN
- Malasia: país asiático; Estado miembro OCI, APEC y ASEAN
- Tailandia: país asiático; Estado miembro APEC y ASEAN, Estado observador OCI
La existencia de los BRICS requiere de un muy acucioso seguimiento, responsable y serio, de analistas e interesados: Sin prejuicios; sin rusofobia, dada sede de reciente XVI Cumbre, y el liderazgo de la Federación de Rusia desde sus orígenes, decurso ulterior y sus proyecciones históricas. Para América Latina y el Caribe, es perspectiva de nueva inserción internacional.
Con su llaneza característica, y paciencia eslava, el presidente Vladímir V. Putin concluyó que la Federación de Rusia hizo todo lo posible para que los nuevos miembros se unieran a «la familia» de forma orgánica, y lo consiguió. El grupo BRICS «no tiene un formato cerrado», y, «está abierto a todos los que comparten sus valores.» Así, Brasil asume la presidencia pro tempore BRICS, en el año 2025, con grandes desafíos de coherencia, consenso y continuidad.
* Con formalidades de ingreso pendientes
*Jorge Vera Castillo – Chileno, especializado en Relaciones Internacionales y materias internacionales de Defensa y Seguridad, con estudios superiores en el Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, el Institut Universitaire de Hautes Études Internationales (IUHEI) de Ginebra, la Academia de Derecho Internacional de La Haya y el Centre d’Études Diplomatiques et Stratégiques (CEDS), en París.
https://opinion.cooperativa.cl/opinion/jorge-vera-castillo/2013-12-27/163816.html