Veloz convocó el próximo lunes a una sesión y cita al defensor del Pueblo, César Córdova; al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela; al comandante de la Fuerza Aérea (FAE), Celiano Cevallos; y al ministro de Defensa, Gian carlo Loffredo.
Los cuatro niños, Josué Arroyo, Ismael Arroyo, Saúl Arboleda y Steven Medina, de entre 11 y 15 años de edad, desaparecieron el pasado 8 de diciembre en Guayaquil y testigos vieron que hombres con uniformes militares y policiales se los llevaron.
Luis Eduardo Arroyo, padre de dos de los menores, presentó una denuncia ante la Fiscalía de la provincia de Guayas y afirmó que los secuestradores dispararon al aire antes de forzar a los niños a subir a un vehículo.
Las familias recibieron un mensaje de los secuestradores, que exigieron dos mil dólares para liberar a los niños.
Un reporte del canal local Ecuavisa señaló a presuntos miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) como involucrados en el hecho, y la Fiscalía llamó a declarar a los uniformados implicados.
A su vez, el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil presentó una acción de protección y pidió la actuación urgente del grupo de trabajo de desaparición forzada de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Las Fuerzas Armadas difundieron un comunicado oficial sobre el tema e informaron que cooperan en la búsqueda con la Unidad Antisecuestro y Extorsión de la Policía Nacional, brindan facilidades necesarias a la Fiscalía General y ejecutan medidas necesarias para este tipo de eventos.
La desaparición de los menores ha generado conmoción en Guayaquil y ha puesto en el foco la participación de aparentes uniformados en actos ilegales, lo que agrava la desconfianza hacia las instituciones.
Este hecho tiene lugar en medio de la crisis de inseguridad en Ecuador, que, de acuerdo con cifras oficiales, registró más de dos mil 100 secuestros entre enero y septiembre de 2024.