Burkhard Garweg subraya en la carta que sigue considerándose un activista político y parte de la “izquierda revolucionaria”. Describe esto como un “contramovimiento revolucionario” a la “violencia estructural del sistema”. Al mismo tiempo, defiende la lucha de la RAF, En su carta, Garweg también critica la detención en febrero de la ex militante de la RAF Daniela Klette en Berlín y se suma a los llamamientos para su liberación, según informa «taz». También declara su solidaridad con los actuales movimientos de izquierda y de izquierda radical, incluido el PKK kurdo, el movimiento climático y Antifa.
Garweg defiende agresivamente la lucha del grupo. Se dice que esto fue parte de un “contramovimiento revolucionario” contra “la violencia estructural del sistema”. Ellos “una vez se propusieron” ayudar a “poner fin a la explotación, el militarismo y la guerra”. Esto recuerda a declaraciones anteriores de la RAF. Alguna vez se dijo que “la respuesta a las circunstancias violentas es la violencia de la revuelta”.
Garweg rechaza la acusación de terrorismo: «No tiene nada que ver con nosotros, sino con quienes están en el poder y con el sistema capitalista». La “contraviolencia revolucionaria” está dirigida “exclusiva y específicamente contra quienes están en el poder”.
Garweg admite que “los conceptos revolucionarios de la historia no han podido proporcionar las respuestas para superar el capitalismo”. subraya que hoy en día todavía nos enfrentamos a “las mismas preguntas”. El capitalismo está cada vez más en crisis y nos dirigimos hacia una “3ª. Guerra Mundial”. Todavía se necesita un “contramovimiento revolucionario”. Es “hora de moverse” nuevamente.
Carteles de busca y captura por toda Alemania: