«La adicción de Estados Unidos a la guerra lo convierte en la mayor amenaza a la seguridad global», dijo Xiaogang, y agregó que dicho país destruye el orden internacional con sus políticas belicistas y su estrategia militar basada en confrontación y las ofensivas aventureras cada vez con mayor intensidad.
Washington utiliza su superioridad militar para apoyar la hegemonía unipolar, el cambio de poder violento y para provocar «las revoluciones de color», causando víctimas civiles, daños materiales extremadamente graves y conduciendo a desastres humanitarios, señaló el portavoz chino.
Según Xiaogang, en su informe el Departamento de Defensa norteamericano “calumniaba desesperadamente” las políticas de defensa de China y especulaba acerca del desarrollo de la capacidad militar del país para argumentar una supuesta amenaza china, interfiriendo en los asuntos internos de la nación asiática.
Durante más de 20 años, EE.UU. ha estado publicando informes engañosos e hipócritas de forma sistemática, con el fin de buscar excusas para desarrollar su propia capacidad militar y engañando a la opinión pública mundial.
En cambio, China se adhiere al camino del desarrollo pacífico y a una política militar basada en la defensa, afirmó el portavoz. Agregó que su país se apega a una estrategia nuclear de autodefensa y de no ser el primero en usar armas nucleares, así como garantizan el desarrollo de dichas capacidades en el nivel mínimo requerido, lo cual no sucede con Estados Unidos.
El funcionario denunció que Washington, ilegalmente, llevó a cabo operaciones militares en Siria, Irak, Afganistán y otros países, causando catástrofes humanitarias y el desplazamiento de decenas de millones de personas.
Xiaogang se refirió además a la cuestión de China Taipei, y advirtió que no tolerarán los intentos occidentales de separar la isla del continente: «El pueblo chino está decidido a defender la soberanía nacional y la integridad territorial».
Denunció la venta de armas y la ayuda militar de Washington a Taipei como la violación al principio de «Una sola china». No obstante, expresó optimismo sobre un posible cambio en la actitud estadounidense hacia una postura más positiva y racional con respecto a su nación y el desarrollo del Ejército chino.
“Nuestro objetivo es construir una relación militar basada en la igualdad y el respeto, caracterizada por la ausencia de conflictos o confrontaciones, una cooperación abierta y pragmática y la acumulación gradual de confianza mutua”, aseguró.
Cabe recordar que Estados Unidos no reconoce formalmente a Taipei, sin embargo, respalda su gobierno secesionista, se hace eco de su posición antichina y le suministra miles de millones de dólares en armamento.