Ayer Netanyahu dijo que había pedido al ejército que destruyera la infraestructura de los rebeldes huthíes de Yemen que dispararon un misil el sábado contra Tel Aviv, en el centro de Israel, que causó 16 heridos.
“Pedí a nuestras fuerzas armadas que destruyeran la infraestructura de los huthíes porque cualquiera que intente atacarnos debe ser golpeado con fuerza”, declaró durante un discurso en el Parlamento.
Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, abundó en las amenazas contra los yemeníes. “Golpearemos duramente a los huthíes, apuntaremos a su infraestructura estratégica y decapitaremos a sus dirigentes, tal como lo hicimos con Haniyeh, [Yahya] Sinuar [de Hamas] y [Hassan] Nasrallah [de Hezbollah] en Teherán, Gaza y Líbano”, dijo Katz en un acto convocado por el Ministerio de Defensa.
Es el primer reconocimiento público de que Israel dirigió el asesinato de Ismail Haniyeh en julio en la capital iraní. Haniyeh era el máximo dirigente del movimiento palestino Hamas y en tal condición participaba en las negociaciones para un alto del fuego en Gaza.