La historia del mar de Aral es toda una tragedia. Lo que antes era un punto de gran importancia para la región de Asia Central como vía comercial y zona pesquera, hoy es casi un desierto. A causa de la mala gestión de los recursos y la falta de cooperación entre los países de la región, el mar de Aral se fue secando y esto provocó el aumento de las enfermedades entre los pobladores debido a la contaminación y los altos niveles de salinidad. ¿Es posible devolverle la vida a un mar fantasma?