Juan J. Sánchez (Unidad y Lucha).— Charlando con un conocido, me decía que estaba convencido de que la actual situación de precariedad generalizada, laboral y económica que hoy se vive, en breve tiempo será ya historia. Según el, otras y otros muchos tienen la misma idea, esta es que el gobierno de EE.UU bajo mandato de Trump, terminará con las Guerras en Ucrania y Palestina, pondrá freno a China y como resultado, Alemania se recuperará y ¨milagro¨ volverá a erigirse en locomotora económica de Europa y por tanto a comprar, frutas y verduras a precios elevados . Se refiere solo a frutas y verduras, por ser un trabajador del campo, proletario agrícola, el cual percibe un salario que no cubre las necesidades vitales de él y su familia. Recuerdo a un familiar muy querido, que solía repetir el refrán, ¨no solo de pan vive el hombre¨, en términos metafísicos, el hombre espiritualmente también vive de sueños que, ni le resuelven el presente ni aun menos el futuro.
En una amena conversación, pudimos entrever que la situación de cientos de miles de jornaleras y jornaleros, para nada están estrechamente relacionadas con las actuales guerras del capitalismo. Esto es fácil de comprobar.
Para poder comprender objetivamente que, el proletariado agrícola históricamente ha sido sobreexplotado, entre otros lugares, se puede hacer una consulta literaria; En el libro de Núñez de Arena y Tuñón de Lara, titulado “Historia del Movimiento Obrero Español”, capítulo, El campo Andaluz, página 92, dicen: A partir de 1917 el desfase entre precios y salarios se hizo aún más brutal en el sur agrario del país. Los salarios de la época no cubrían las necesidades vitales de las familias jornaleras, y esto ha sucedido y sucede siembre bajo la dictadura del capital, se exprese está en formas de dictaduras fascista-militares o en las formas de democracia burguesa. El proletariado campesino, jornaleras y jornaleros, sufren con extrema violencia la sobreexplotación de una patronal que históricamente ha considerado a estos como si de rebaño se tratase. Hoy podemos afirmar que toda ley laboral aprobada en los parlamentos del estado burgués y toda norma o convenio aprobado, jamás resuelve nada en las condiciones de vida de un sector de la economía que reúne a más de 1.200.000 obreras y obreros.
Señalar que es la población inmigrante quien con más violencia sufre estas prácticas caciquiles y esclavizadoras, aclarar que usamos el termino caciquil, aplicable a un amplio sector de la patronal agrícola, hacemos esta aclaración por considerar que se ha venido confundiendo intencionadamente qué es un cacique, este término no es tan solo aplicable al terrateniente, ya que caciquil hace referencia a aquellas personas que ejercen un control autoritario sobre un grupo o comunidad, imponiendo su voluntad de forma abusiva y arbitraria, lo que, vine siento la casi totalidad de los patronos agrícolas, sin distinción. Las y los jornaleros sufren explotación y opresión, en las fincas de grandes empresarios, igual que en las de medianos y pequeños. Ejemplo palpable de nuestra afirmación, es la situación que viven cientos de miles de inmigrantes empleados en la agricultura intensiva de Almería y Huelva, y en toda la costa mediterránea desde Murcia a Huelva, en la que aún predominan pequeñas y medianas explotaciones, este proletariado inmigrante es reducido a la condición de objeto, por no decir animal, siendo hacinados en barrios ¨marginales” y estos son los que tienen suerte, la mayoría en almacenes de aperos y barrios chabolistas, de chapas, cartón y plásticos. Y la mayoría trabajando sin contrato.
Otro ejemplo de sobreexplotación son los convenios colectivos provinciales firmados principalmente por el sindicato rey del pacto social, la UGT, estos están por debajo del acuerdo para el empleo y la negociación colectiva AENC. Un ejemplo, el último firmado en Córdoba, con subida del 1.5 % para el 2024. En el AENC se aprobó el 4 %, en unos y otros además de ser acordados artículos, con los que se afianza la sobreexplotación y opresión que podrá ejercer la patronal impunemente.
Soñar es libre, faltaría más, pero los sueños sueños son, y la realidad nos golpea con violencia, la misma con la que el burgués explota y oprime a los jornaleros y jornaleras.
Para poner fin a esta situación extrema de explotación y opresión, no cesaremos en nuestro empeño de organizar al conjunto de las masas trabajadoras.