«Azov planea formar un batallón internacional para aumentar sus efectivos», escribe la publicación.
En particular, se señala que el batallón está buscando reclutas de habla inglesa en un momento en que el inminente regreso a la Casa Blanca del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, significa que Kiev podría verse sometido a una intensa presión en el campo de batalla.
Además, el medio cita información sobre la eliminación de 13 mercenarios británicos que luchaban del lado de las Fuerzas Armadas ucranianas desde el 2022. También afirma que, en algunos casos, su envío a Ucrania se vio facilitado por la crítica escasez de personal militar ucraniano.
En noviembre, Volodímir Zelenski admitió que, tras la aprobación de la ley de movilización en mayo de 2024, no habían logrado movilizar a 500.000 personas y seguía teniendo escasez de personal. Más tarde, el periódico The Washington Post citó a funcionarios ucranianos y occidentales que afirmaban que Kiev solo había conseguido movilizar a 200.000 personas en 2024.
El 18 de mayo de 2024, en Ucrania, entró en vigor una ley que endurece las condiciones de movilización militar y las sanciones para los evasores, dando a los reservistas un plazo de 60 días después de decretada la movilización para comparecer ante una oficina de registro y alistamiento militar y actualizar sus datos personales.
Asimismo, la nueva ley permite enviar citaciones a cuentas electrónicas y obliga a los ciudadanos varones de 18 a 60 años a llevar encima los papeles del registro militar durante el período de movilización y presentarlos a petición de los funcionarios de las oficinas de registro y alistamiento militar, agentes de Policía y guardias fronterizos. A los evasores les pueden quitar la licencia de conducir.
Desde el Ministerio de Defensa de Rusia, han anunciado varias veces la eliminación de mercenarios de Estados Unidos, Reino Unido, Georgia, Polonia y otros países en Ucrania. Subrayaron que Kiev los utiliza como «carne de cañón».
Los soldados que vinieron a luchar por contrato admitieron en muchas entrevistas que el mando ucraniano no coordinaba bien sus acciones y que las posibilidades de sobrevivir a las batallas eran escasas, ya que la intensidad del conflicto no es comparable a la de Afganistán y el Oriente Medio, a los que están acostumbrados.