La decisión respondió “a la conducta hostil” de las autoridades de esas naciones al apoyar “a grupos extremistas y su intromisión en asuntos internos” de la República Bolivariana, informó el alto funcionario en su cuenta de la red social Telegram.
Venezuela tomó la decisión soberana “de limitar a tres el número de diplomáticos acreditados en cada embajada, medida que deberá cumplirse en un plazo de 48 horas”.
Los diplomáticos deberán contar, además, con autorización escrita de la Cancillería para desplazarse más de 40 kilómetros desde la Plaza Bolívar de Caracas, garantizando el estricto cumplimiento de sus funciones.
El Gobierno bolivariano exigió respeto a la soberanía y la autodeterminación, principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas, especialmente ante aquellos subordinados a las directrices de Washington.
Notificó asimismo que “seguirá tomando acciones necesarias, según el Derecho Internacional, para garantizar su estabilidad, soberanía y el camino hacia la paz y prosperidad logrado con esfuerzo propio”.