«Moscú pide un cese inmediato de las hostilidades y la reanudación del proceso de negociación», destaca el comunicado de la Cancillería del gigante euroasiático.
En ese sentido, las autoridades diplomáticas rusas manifestaron preocupación por «la actual escalada en el este de la República Democrática del Congo, cuyas víctimas han sido principalmente los civiles».
Rusia condena los ataques del M23 a la Misión de la ONU en la RDC, y transmite su pésame por la muerte de los pacificadores de Sudáfrica y de Uruguay, precisa el texto.
De acuerdo con los datos de la embajada rusa en Kinsasa, los ciudadanos de la nación eslava no se vieron afectados durante estos últimos acontecimientos.
Al respecto, la cartera diplomática recomendó a la ciudadanía a abstenerse de viajar al país africano, y a los que están actualmente en la provincia de Kivu del Norte, salir de la región en la primera oportunidad.
Los rebeldes del M23 y militares de Ruanda invadieron la víspera suburbios de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, y anunciaron el cierre del espacio aéreo sobre la ciudad.
En el este de la República actúan numerosos grupos rebeldes y guerrilleros, entre ellos el M23, el cual lucha por los intereses de la minoría étnica tutsi.
Este movimiento quedó disuelto en noviembre de 2013 tras una grave derrota militar, sin embargo, en noviembre de 2021, los rebeldes retomaron las armas, acusando a las autoridades del Congo de incumplir con los acuerdos que preveían la admisión de sus combatientes desarmados al Ejército del país.
En consonancia en 2023, la RDC acusó a Ruanda de apoyar a los combatientes del M23 que operaban en el este del país, mientras que Kigali negó cualquier vínculo con el grupo armado. Tras acusaciones mutuas de bombardear las zonas fronterizas, ambas partes acordaron reducir las tensiones y pactaron una hoja de ruta que incluyó el cese inmediato de las hostilidades, pero los combatientes del M23 se negaron a cumplir con este documento.
La víspera el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, encabezó una reunión de crisis para evaluar la situación de seguridad en el país, durante la cual recalcaron que la prioridad es la protección de la población y condenaron los bombardeos del M23, apoyado por Ruanda, contra campamentos de desplazados.