Noticias populares

Juan Luis Corbacho (Unidad y Lucha).— Durante la pandemia surgió un movimiento de radicales opuestos al sistema o eso creían.

 

Siempre han existido de una u otra forma: terraplanistas, luchadores contra los chime trails, seguidores de extraterrestres, reptilianos, antivacunas, anti desarrollo que querían volver a la Edad Media o al Egipto faraónico. Naturistas miles que desechando los esfuerzos de científicos a lo largo de la historia, pensaban que en el pasado todo era mejor.

Se sintieron radicales, antisistema, se sintieron libertadores porque ellos tenían la verdad infusa. Ninguno estudió historia, ninguno usó la razón y el método científico. Ninguno pudo darse cuenta de que eran parte del juego del fascismo digital.

Entre ellos, desde analfabetos funcionales hasta ilustres académicos. Algo impensable en un mundo donde la cultura fuera la reina.

No, el mundo digital abrió la brecha entre viejos y jóvenes, pero, además, abrió las simas de la tierra para que surgieran todos los monstruos de los que hablaba Gramsci.

El viejo mundo se acaba. El capitalismo en su fase imperialista está llegando a su fin y el capital va a usar todo su potencial.

Luchadores contra el “wokismo” que se han enterrado en la mierda del fascismo sin darse cuenta. Luchadores por la globalización como movimiento libertador que no se dieron cuenta que de la única libertad de la que hablaban era de la libertad del capital.

Moralistas del sexo tradicional que luchando contra la aberración de los miles de géneros donde se confunden prácticas sexuales y estados emocionales con biología, acabaron defendiendo la persecución de homosexuales.

Gracias a Trump que ahora vuelve al poder aupado por los dueños de la libertad digital, muchos han comprobado que lo que las redes le contaban también era mentira, que han aupado a un nuevo Hitler que ya no se oculta. Elon Musk saluda con un Heil Trump nada sospechoso. La misma campaña de Make America Great Again es el sinónimo de la superioridad alemana solo que cruzando el charco.

Todos aquellos que apoyaban a Trump porque así luchaban contra Biden aún no se percataron que no era su guerra, que el capital sustenta a uno y al otro, que los adornos no son la ideología y que los imperios hay que combatirlos siempre.

Ahí tenemos a Irene Montero aplaudiendo a Biden y a Zelenski, maravillosa libertaria por los derechos de la mujer que luchando contra Trump acabó lamiendo los pies de los nuevos talibanes sirios. Que luchando contra Putin el inmisericorde perseguidor de ONGS y de homosexuales, acabaron apoyando al nazi de Zelensky.

Pero aún los hay los de diario, los que ocultado su miedo a ponerse una inyección se opusieron a las vacunaciones, aceptando miles de teorías a cual más conspiranoica, sin darse cuenta que si Trump estaba en contra de las vacunas era por no paralizar su economía que era lo que le afecta a su bolsillo, que a Trump, que estaba en contra y a Biden que estaba a favor, lo único que les importaba era su bolsillo.

Y mientras tanto, en el mundo real, han aupado a Milei en Argentina, a Trump en EEUU y posiblemente a Vox en Españistán. Una pena que en vez de luchar contra el imperio hayan caído de la forma más infantil en manos del mismo.

Darth Vader se está descojonando de la risa.

Aún no aprendieron estos generales de Facebook y de tik tok, que las guerras cuestan vidas, que la ciencia sigue su camino aunque sigan enviando a los científicos a la hoguera, y que sólo organizándose se puede derrotar a este monstruo de mil cabezas que es el capitalismo.

Solo el pueblo organizado salva al pueblo.

spot_img

DEJA UN COMENTARIO (si eres fascista, oportunista, revisionista, liberal, maleducado, trol o extraterrestre, no pierdas tiempo; tu mensaje no se publicará)

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias

Tribunales italianos rechazan nuevamente envío de migrantes a Albania

El Tribunal de Apelación de Roma ordenó el regreso a Italia de 43 inmigrantes trasladados a centros en Albania, tercera vez que la justicia de este país rechaza esos envíos contra la insistencia del gobierno, indica hoy un reporte.