«Como europeos, estamos preparados para contraaranceles. Los estadounidenses deben saberlo: es una alternativa muy mala», declaró Robert Habeck.
El funcionario subrayó que los aranceles aumentan los costos, no solo para los exportadores europeos, sino también para las empresas y los consumidores estadounidenses.
«Explicaremos a los estadounidenses: también tienen algo que perder. Pero si no da resultado, no nos dejaremos manipular», añadió.
El ministro advirtió de los riesgos de una guerra comercial, especialmente para Alemania. En sus palabras, el mandatario estadounidense «tiene por objeto la economía alemana y a las empresas alemanas». En Europa, Alemania es el país más vulnerable porque tenemos el mayor superávit comercial con Estados Unidos, añadió.
El 1 de febrero, Trump firmó las órdenes ejecutivas que imponen aranceles a las importaciones procedentes de Canadá, China y México: un 25 % sobre los productos mexicanos y canadienses —con excepción del petróleo canadiense, que tendrá un 10%— y sobre los productos chinos un 10%. Además, prometió imponer nuevos aranceles a la UE «muy pronto».
En cuanto a México, la presidenta del país latinoamericano, Claudia Sheinbaum, anunció este 3 de febrero que los aranceles que impuso Estados Unidos contra las mercancías mexicanas se han puesto en pausa por un mes.