Sucedió el pasado 2 de febrero, según varias fuentes locales. Una de las mujeres es Nagham Issa, esposa de Shaaban al-Ali, de la aldea de Balqasah. Ella acudió a un hospital de Homs en visita medica acorde con su embarazo, pero fue capturada por terroristas armados de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el grupo de sanguinarios dirigido por el actual presidente de facto de Siria, Abu Muhammad al-Jawlani.
Nagham Issa fue sometida a abusos físicos y humillaciones. Sus captores exigieron un rescate de 500 millones de libras sirias. Nagham Issa y otra mujer fueron asesinadas. Los asesinos enviaron una foto del cuerpo a su marido y le dijeron que buscara sus restos en los hospitales.
El jefe de estos individuos se hizo con el gobierno de Siria tras el derrocamiento del presidente legítimo, Bashar al-Ásad. Ahí estuvo hace unas semanas el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. Su fotografía con Abu Muhammad al-Jawlani causó cierta repugnancia; no era para menos. Albares tuvo la desfachatez de pedir la eliminación gradual de las sanciones contra Siria actual; lo que nunca pidió anteriormente.
El Gobierno español dice estar en contra del terrorismo. Una falacia más de tan deslegitimado Ejecutivo.