Elson Concepción Pérez (Granma).— Un encuentro ayer, en la Casa Blanca, entre el presidente Donald Trump y el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski, terminó como una derrota para ambos: el estadounidense, por no llegar a convencer a su homólogo ucraniano sobre pactar un cese el fuego en la guerra con Rusia; y en el caso del visitante, por no conseguir que la reunión fuese –como en los tiempos de Joe Biden– de pedir, pedir y pedir, más armas y más dinero, a cambio de ser punta de lanza en el intento mortal de cercar y rendir a Rusia.
El mandatario ucraniano llegó a Washington, esta vez, en condiciones muy distintas. Desde antes de ser electo como presidente, y como parte de su campaña electoral, Trump ya había asegurado, reiteradamente, que «lograría el fin de esa guerra».
Una vez en la Casa Blanca, el magnate republicano ha hecho hincapié en que Ucrania tiene que pagar a Estados Unidos las cifras multimillonarias de dólares facilitadas para adquirir armas y sostener la guerra.
No obstante, ni Kiev ha podido ser reconocida como miembro de la otan, ni sus fuerzas y sofisticados medios de combate, suministrados por Estados Unidos y Europa han podido avanzar en su plan contra Rusia.
Trump, con el propósito de recuperar el dinero invertido e interesado en beneficiarse de las llamadas «tierras raras» que posee Ucrania, se proponía firmar, en ocasión de la visita de Zelenski, un acuerdo al respecto. Pero las desavenencias entre ambos dieron al traste con los planes de los dos.
El contrapunteo fue frontal. De un lado, Trump arremetió contra Zelenski, al afirmar que «se arriesga a desencadenar la Tercera Guerra Mundial» –reportó Sputnik–; y por otro, el ucraniano dijo al magnate que «no impusiera» la posición de ee. uu. a Kiev. Ucrania «no tiene derecho a dictar a Washington qué hacer», replicó Trump.
Se estima que la acalorada discusión comenzó cuando Zelenski dijo que «un alto el fuego no funcionaría», y luego enfatizó: «nunca aceptaremos un alto el fuego».
Relató el sitio rt, que el norteamericano, con aparente irritación, le recordó que su Gobierno destinó a Kiev 350 000 millones de dólares en ayuda, y a seguidas, le recalcó: «ustedes juegan con la vida de millones de personas y juegan con la Tercer Guerra Mundial». «Su país tiene grandes problemas, no ganará la guerra» aseguró.
Tanto Estados Unidos como Ucrania fracasaron en esta reunión, y al cabo de sellar el encuentro, el mandatario estadounidense reaccionó en redes sociales, con una conclusión que dejaba en evidencia la frustración de «preciado negociador» herido en su exagerado orgullo: Zelenski «no estaba preparado para la paz», citó Reuters.